Lovely Pepa comentaba en la entrevista que le hizo Risto en el programa 'Al Rincón de Pensar' que había rechazado una colaboración con una marca valorada en más de 50.000 euros porque no había feeling. Aunque esta premisa pueda sonar frívola o elevada representa la reacción que tienen algunos creadores al conocer las exigencias de ciertas marcas a la hora de colaborar.
Primero te pido que borres cuatro tuits y después el riñon derecho
Además de destacar por su contenido en Todo el Monte es Orgasmo o lo que es lo mismo, en su canal de Youtube, Bolli es una creadora de contenido que no suele pasar desapercibida. Lo mismo te cuelga un vídeo mostrando la nefasta atención al cliente de Vodafone, que critica el último ERE de PRISA. Y, claro, que seas tan "puntillosa" puede complicarte colaborar con según que marcas.
Según informó una agencia de comunicación a Bolli, una marca X estaba barajando contar con ella para una colaboración económicamente muy jugosa. A cambio, desde la agencia, le aconsejaban que hiciese un pequeño lavadito de cara a sus redes. Nada del otro mundo; borrar algunos tuits y suprimir aquellas publicaciones donde mencionase a otras marcas.
Pero la cosa empezó a ranciear cuando también le pidieron que eliminase un tuit donde denunciaba el despido colectivo de una gran empresa.
En tiempos de millennials llorones, como bien dice la propia youtuber "la ética es un lujo". Y como la vida está para cualquier cosa menos para lujos, decidió tragarse sus principios y borrar el tuit del ERE de PRISA. Pero ahí no acabó la cosa. Una vez que la marca que soltaba la pasta la tenía donde quería, las peticiones para moldear a Bolli a su gusto y antojo fueron en aumento.
¿Si querían contenido blanco por qué marean a una creadora que se moja ideológicamente?
No hay que ser muy espabilado para ver que Bolli no es una creadora que deje sus opiniones para las cenas familiares. Basta con echar un vistazo rápido a su playlist de Youtube o a su timeline de Twitter para comprobar que es una persona crítica con las cosas que suceden a su alrededor.
Al igual que El Rubius o Laura Escanes no llegan a la misma gente, las campañas que hacen con marcas no están dirigidas al mismo público. Por eso no tiene ningún sentido que trates de adaptar el discurso de Bolli a tu imagen de marca porque la gente que la sigue no se lo creería ni picaría en el anzuelo de interesarse por ese producto.
¿Qué sentido tiene tratar de modificar el discurso de una persona para que te dore la píldora si a la hora de promocionar tu producto este no va a llegar al target idóneo? Es decir, si buscas a un creador de contenido para promocionar un producto "blanco", no tiene demasiado sentido elegir como suscriptor a alguien sin pelos en la lengua.
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