En cualquier capítulo de ‘Black Mirror’ cogido al azar, encontramos un futuro distópico en el que el uso de las redes sociales y la tecnología impregna el minuto a minuto de los seres humanos. Un mundo similar pero paralelo a nuestro presente. Para próximas temporadas, podríamos encontrar episodios retrospectivos que mostraran nostalgia por los memes y el Internet del 2018. Porque si hoy se aprueba la ley de copyright europea, el uso que hacemos del 2.0 va a cambiar para siempre.
Tras una primera votación que se tiró para atrás con 318 votos en contra, hoy se volverá a votar en el Parlamento Europeo la reforma de la ley de copyright. Unos retoques han bastado para volver a presentarla en Estrasburgo para un plebiscito definitivo. Si los eurodiputados dan luz verde con una mayoría a esta normativa que regularía los derechos de autor en el mercado único digital, Internet no volverá a ser el mismo.
Artículo 11, ¿cómo nos afectaría?
Dos son los artículos que más polémica y controversia han generado. Dos puntos que han unido en un mismo bando a la industria tecnológica, consumidores, internautas y pequeñas empresas del sector.
El artículo 11 contempla la imposición de un canon a noticias y enlaces. Es decir, estaría prohibido el uso del típico “copy-paste” a una noticia que hayas leído en cualquier portal digital o en WatMag. Si la ley entra en vigor, este tipo de contenido quedaría protegido bajo licencia de derecho a copia durante 20 años.
Se acabarían las publicaciones en Facebook o Twitter donde incluías ese párrafo que tanto te había gustado del último artículo de Jabois. Para poder hacerlo, tendrías que compensar económicamente al propietario del material recogido (si decidiera conceder la indexación de su texto).
Artículo 13, the end of the fuckin world
Si el 11 ya cambiaría el paradigma, el artículo 13 aglutina todas las críticas posibles y se llevaría por delante el Internet que hoy conocemos. Este punto recoge que, bajo amenaza de multas, las plataformas serían responsables de todo el contenido que se publica, incluyendo la comprobación de los derechos de autor.
Aunque plataformas como YouTube cuentan con herramientas como Content ID, la aprobación del artículo 13 supondría infinitos problemas técnicos (¿cómo filtrar y monitorizar todo lo que suben los usuarios?) y una censura estandarizada y constante ante el miedo a las grandes multas. El fin de Wikipedia (llegó a cerrar el pasado 3 de julio a modo de protesta) o el propio YouTube estaría un poco más cerca. Pero peor sería para los creadores.
Memes, covers, sátiras, parodias, vídeos en general… Si la nueva ley de copyright es aprobada por el Parlamento Europeo, diríamos adiós a todo este tipo de contenido.