He aquí un creador cuya razón de ser no tendría sentido en el gris clima de Reino Unido. Michael Papadakis es un artista que sólo necesita dos herramientas para realizar sus obras: los espejos y la paciencia. Gracias a ellos, Papadakis se ha convertido en un narrador que cuenta historias a través del sol. El arte en su estado más primigenio. La sopa primitiva del talento y la inspiración.
Michael Papadakis: Quemando sus diseños
En un viaje por la Asia más profunda donde seguía la Ruta de la Seda, Michael Papadokis tuvo su particular momento catártico. Descubrió el uso de las lupas y se sorprendió ante una asombrosa capacidad para ser paciente que iba a beneficiar al Papadokis artista. Abrazó la técnica de la heliografía y con tan sólo espejos y el sol, comenzó a pintar sin necesidad de pintura y pinceles.
"Con una lupa en una mano y un trozo de madera en la otra, dejo que el Sol sea mi guía"
Ya en su Colorado natal, donde afortunadamente hay 300 días de sol al año, Papadakis se especificó en la creación de grabados y pequeñas obras audiovisuales. Utilizando una amplia gama de lupas, jugando con las distancias y proyectándolas por lienzos de madera, Michael enfoca los rayos del sol. Y en un baile entre el astro rey y el artista, va perfilando sus diseños gracias la refracción.
En su cuenta de Instagram puedes disfrutar de esta técnica en la que literalmente quemas el lienzo para crear, como si siguiera el leit motiv de las Fallas de Valencia. Sus obras engloban paisajes, logotipos corporativos (arte al servicio de lo empresarial), retratos de animales o escenas que van desde el costumbrismo hasta lo romántico.