En la escena final de 'Men in black' (Barry Sonnenfeld, 1997), un zoom out de la cámara nos transporta en pocos segundos de Manhattan a los confines del Universo. La manera más sintética posible de situar al hombre en el espacio sin que te marees durante el viaje o con su ausencia de límites. Al final, y según muestra la película, tan sólo somos una milésima parte de otra dimensión. Unas canicas en la mano de extraños seres. De una manera más artística (en el sentido literal de la palabra) que el blockbuster protagonizado por Will Smith, Juanjo Ramírez ha conseguido realizar una especie de recorrido por la historia de la pintura contemporánea para acabar llevándonos al origen del ser humano con especie.
Un viaje espacio-temporal a través de Twitter
El bucle espacio-temporal con tintes artísticos de Juanjo Ramírez ha demostrado que se pueden hacer hilos de Twitter sin necesidad de caer en el thriller y los crímenes. Es obvio que la propia publicación en sí empuja de una manera lógica a realizar pequeños cliffhanger. Una sucesión de tuits que los creadores acaban llevando al misterio y lo policial. Pero este formato da para mucho más y Ramírez lo ha demostrado en un ejercicio de antropología que engloba historia, arte y comedia.
Este puente en la imagen nos permite identificar por qué lugar exacto estaba pasando ese tren en ese momento.
— Juanjo Ramírez (@ramirezmascaro) 20 de octubre de 2018
En contra de lo que muchos creen, se trata de un viaje por Europa. Concretamente, por la campiña francesa. pic.twitter.com/C05ge2nb1G
Partiendo del cuadro de Edward Hooper 'Compartimento C, coche 193', Juanjo Ramírez va enlazando pinturas y artistas para crear un universo expandido en el que todos los pintores y obras tienen una relación espacio-temporal. Un bucle artístico que va tirando para atrás hasta llegar a una vagina que es la puerta de entrada (LITERAL) a lo rupestre y la prehistoria. Ahí, y en un maravilloso 'Inception' que aún no sabemos cómo ha podido crearlo, Ramírez consigue colarnos la mínima expresión de la materia.
Pero aún hay más. Desde la escala subatómica, Juanjo Ramírez pega el mayor salto elíptico visto desde el inicio de '2001: Una odisea del espacio' (Stanley Kubrick, 1968) para alcanzar las estrellas y la astronomía. Así, el paisaje galáctico es de nuevo la puerta de vuelta a la Tierra, donde el creador nos vuelve a meter en el mismo tren que viaja la mujer del cuadro de Hooper. La historia se cierra de manera brillante y a cualquier usuario de Twitter que haya disfrutado del vídeo con ganas de que alguien haga la película.