Hace tiempo que no hay día que no aparezca en mi tl el clásico “cuéntame algo que no sepa”, seguido de una foto de alguien con un cuerpo normativo. Músculos, cuerpos fibrosos, abdominales y un perfecto tono de piel. Supongo que alguien debería decirles a los autores de estos tweets, casi siempre varones, que sus cuerpos son excepciones.
Si me miro al espejo veo un cuerpo lleno de moretones, estos últimos responden a que he empezado a desplazarme en bicicleta y siempre me golpeo con los pedales. No solo el verde y el amarillo, incluso el negro, forman parte de la tonalidad de mi piel, también estrías, cicatrices, celulitis. Una cartografía que me hace saber que he vivido, que mi piel y mi cuerpo tienen memoria.
Nací consumiendo televisión estadounidense, la Superpop y la Bravo, a veces incluso llegué a comprar la Ragazza y todo aquello contribuyó a hacerme creer en un cuerpo paradigmático que nunca he llegado a ver. Todas y todos mis amigos querían algo que no tenían, pechos, culo, y a todos les sobraba algo. Las imágenes también ayudan a construirnos, por eso es tan importante la relectura.
Casi todos los cuerpos son photophoseados, y son ya numerosas las actrices (Lena Dunham o Inma Cuesta) que se han quejado de que sus cuerpos han sido barridos por otros que se ajustan mejor a las leyes del mercado y de la publicidad. El arte no ha sido una excepción, al menos aún no hemos empezado a revisionar cuadros, buscando aquellos que se salen de la norma de la época que sea, pero tiempo al tiempo. Es en este contexto donde las mujeres, cis/trans, buscamos una nueva relectura sobre el cuerpo y nuevas representaciones.
Sigo a multitud de artistas en las RRSS, pero ninguna hace lo que hace Sally Hewett. Según me cuenta creció entre tapices y costureras, su madre diseñaba ropa y también la arreglaba. Heredó de su abuela una vasta colección de tejidos que sigue utilizando en sus obras. Puede que esta estirpe de mujeres aguja en mano explique que ella haya elegido el bordado como base fundamental de su obra. Entre sus creaciones vemos partes del cuerpo fraccionado, piel que nos cuenta una historia, cicatrices que convierten el pedazo de cuerpo representado en algo muy distinto a un cuerpo ideal y paradigmático. Cuerpos con relato tras de sí.
Sally Hewett confiesa que trabaja con estos materiales desde la universidad, las tijeras centenarias de su abuela y sus telas la acompañan, cuando le pregunto si se considera artista o artesana no quiere decantarse. Lo cierto es que su obra bordea los límites de forma maravillosa, "mis obras hacen que la gente cambie la forma en la que ve el mundo".
Hace poco la Tate Britain celebraba en su instagram sus bordados, añadiendo sus creciaciones a la exposición que todavía puede verse, All Too Human. Una colección de obras adscritas a la cartografía corporal y que aúna el trabajo de Lucian Freud, Francis Bacon o Paula Rego junto a las lenguas y pezones de Hewett.
Los bordados de Hewett no tienen como el marco cuadrado con límite, la mayoría de sus creaciones están sujetas a los clásicos aros de bordado. Los aros son tradicionalmente objetos muy unidos al mundo de las mujeres, es una forma de honrar esta tradición y de reivindicar a sus protagonistas. Un elemento redondo que contrasta con el rectángulo anguloso que enmarca el cuadro tradicional. Además su trabajo se sale del cuadro, su trabajo es por tridimensional. "Me considero un escultora. Siempre he estado más interesada en el trabajo en 3D que en 2D. Realmente el paso de ese primer pezón pequeño a piezas más grandes y voluminosas fue una progresión natural para mí."
Si Sally Hewett usará otro material para llevar a cabo sus trabajos, todo cambiaría radicalmente. En mármol no veríamos las venas azules, o los golpes, el hilo negro del que hablaba antes, su tacto que casi podemos sentir sería imperceptible. Por eso es necesario hacer hincapié en esos cuerpos bordados, y la historia que hay detrás, y es que es en la tela donde son contados, o dichos, con justicia.
Sally dice no ser consciente de si su obra altera la visión que se tienen sobre los cuerpos. "No estoy segura de haber alterado radicalmente las ideas de nadie, sería extraordinario si lo hubiera hecho, pero creo que al abordar esos problemas usando las técnicas y los materiales que utilizo, podría empujar al espectador a pensar al menos en su opinión. Ideas por supuesto sobre lo que es bello o atractivo o feo o desagradable. Creo que mucha gente, especialmente mujeres, ven las cosas que hago como divertidas y tal vez eso significa que, en cierta medida, las mujeres no se toman demasiado en serio la cuestión de la belleza."
Medicine es una serie dentro de la obra de Hewett donde aborda cuerpos que han cambiado debido a la enfermedad y a la cirugía. Me cuenta que la idea surgió cuando su abuela enfermó de cáncer y se vio sometida a cirugía para extirparle el pecho. "La inspiración para la primera pieza de esta serie fue mi abuela, ella que me enseñó a bordar y coser. Desarrolló cáncer de mama y tuvieron que extirparle el seno. Ella era una costurera muy hábil, además de estar muy agradecida con su cirujano por salvarle la vida, estaba encantada con lo hermosamente que había cosido su herida. Ectomy fue mi tributo a ella."
El bordado se ha relacionado históricamente con el trabajo de las mujeres, al menos en las sociedades occidentales, Sally cree que el artista puede usar esas asociaciones para crear rupturas y nuevas lecturas."Los espectadores esperan una cosa y obtienen otra. Quizás el mensaje desafiante tenga más poder si está escrito usando un medio suave, como el bordado. Una protesta silenciosa donde todos se mantienen unidos en oposición a algo, pero nadie hace un sonido. Lo que esperas son muchos gritos y ruido, y lo que obtienes es silencio. Creo que la ruptura de las expectativas le da más poder a lo que hago".
Cuéntame algo que no sepa de este cuerpo, Sally. Y Sally con delicadeza nos enseña un bordado perfectamente enmarcado en dorado, donde observamos dos pechos con sus venas y sus estrías, el derecho además está partido de arriba abajo por una cicatriz que nos cuenta algo más. Es un pecho reconstruido. Su obra se abre así, sutilmente pero firme, dando cobijo a los cuerpos que permanecieron silenciados a lo largo de la Historia del Arte. Otra de sus obras nos enseña el cuerpo de un hombre trans, que ha sido sometido a cirugía, bajo los dos pechos dos cicatrices de hilo negro, una historia vieja y una nueva. No se superponen la una da paso a la otra, la libera.