En pocas ocasiones encontrarás competiciones o retos cuyas reglas sean tan básicas como:
- Haz un dibujo con tinta (puedes utilizar un lápiz debajo del dibujo si lo deseas).
- Publícalo
- Hashtag con #inktober y # inktober2018
- Repite
El challenge de ilustradores que cubre todo octubre es tan laxo y escaso en normativas que hasta las podemos sintetizar y convertirlas en una tarjeta de visita: “Dibuja con tinta. Publícalo con un par de hashtags y repite el proceso”. Sin embargo, debido a la letra pequeña y las diferentes interpretaciones que existen entre los participantes, se crean polémicas que oscurecen un mes que sólo debería ser arte.
¿Es Inktober un reto para cumplir las normas a rajatabla?
En un bucle normativo, Jake Parker tendría que ilustrar las pocas reglas del Inktober con tinta. O no. Porque aquí viene el problema, aunque en las bases del reto se especifica que los dibujos deben ser realizados a tinta, en la sección de ‘Preguntas y respuestas’ que hay en la web, la regla se diluye un poco. Esta confusión ha creado una polémica entre ilustradores debido a la disparidad de criterios a la hora de interpretarlas.
Beatriz Albir es una ilustradora que lleva cinco años participando en Inktober. Ella representaría a la facción más idealista del reto. La que acata las normas y las aplica al pie de la letra (con tinta). Esta pureza con la que afronta el challenge le ha llevado a una desilusión que ha plasmado en forma de hilo de Twitter.
Todos los años hay gente que se toma la molestia de ir a la página oficial de Inktober, y leerse las normas, porqué OH SORPRESA: EL INKTOBER SÍ TIENE NORMAS.
— Beatriz Albir Inktober (@BeatrizAlbir) 6 de octubre de 2018
Y se curran entintados brutales, con tinta china, tinta digital, rotulador, plumilla... Que mira si es versátil la tinta.
La ilustradora defiende que las normas (pocas) del Inktober son para cumplirlas y encarar cada lienzo en blanco sólo con tinta. Ya sea china, digital, rotulador o plumilla, el reto significa un técnica de dibujo y unas reglas. Sin interpretaciones posibles y sin aprovechamiento de unos hashtags que durante octubre encierran millones de publicaciones.
Digital o técnica que sea, si tú estás harta de que la gente haga lo que le da le gana yo estoy harta de la gente que se cree que tiene la superioridad moral como para desmotivar a los demás. pic.twitter.com/JsfO2WxUuy
— Elina🌸 (@ElenaRuh) 7 de octubre de 2018
Pero aquí viene el conflicto. La disparidad de criterios a la hora de interpretar la filosofía de Inktober chocan de manera frontal con otros ilustradores que se ciñen al “Preguntas y respuestas” que se puede encontrar en la web. Son los casos de otros usuarios de Twitter que han interactuado con Beatriz Albir en su hilo. Muchos defienden el enfoque contrario y prefieren tomarse el challenge como una manera más de practicar el dibujo. Al final es un poco el rollo que Jake Parker quiso impregnar: “Inktober se trata de crecer y mejorar y formar hábitos positivos”.