Las dos corrientes filosóficas del Inktober: cumplir las normas al pie de la letra o tomárselo como un simple hábito de dibujo

Las dos corrientes filosóficas del Inktober: cumplir las normas al pie de la letra o tomárselo como un simple hábito de dibujo
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En pocas ocasiones encontrarás competiciones o retos cuyas reglas sean tan básicas como:

  1. Haz un dibujo con tinta (puedes utilizar un lápiz debajo del dibujo si lo deseas).
  2. Publícalo
  3. Hashtag con #inktober y # inktober2018
  4. Repite

El challenge de ilustradores que cubre todo octubre es tan laxo y escaso en normativas que hasta las podemos sintetizar y convertirlas en una tarjeta de visita: “Dibuja con tinta. Publícalo con un par de hashtags y repite el proceso”. Sin embargo, debido a la letra pequeña y las diferentes interpretaciones que existen entre los participantes, se crean polémicas que oscurecen un mes que sólo debería ser arte.

¿Es Inktober un reto para cumplir las normas a rajatabla?

En un bucle normativo, Jake Parker tendría que ilustrar las pocas reglas del Inktober con tinta. O no. Porque aquí viene el problema, aunque en las bases del reto se especifica que los dibujos deben ser realizados a tinta, en la sección de ‘Preguntas y respuestas’ que hay en la web, la regla se diluye un poco. Esta confusión ha creado una polémica entre ilustradores debido a la disparidad de criterios a la hora de interpretarlas.

Beatriz Albir es una ilustradora que lleva cinco años participando en Inktober. Ella representaría a la facción más idealista del reto. La que acata las normas y las aplica al pie de la letra (con tinta). Esta pureza con la que afronta el challenge le ha llevado a una desilusión que ha plasmado en forma de hilo de Twitter.

La ilustradora defiende que las normas (pocas) del Inktober son para cumplirlas y encarar cada lienzo en blanco sólo con tinta. Ya sea china, digital, rotulador o plumilla, el reto significa un técnica de dibujo y unas reglas. Sin interpretaciones posibles y sin aprovechamiento de unos hashtags que durante octubre encierran millones de publicaciones.

Pero aquí viene el conflicto. La disparidad de criterios a la hora de interpretar la filosofía de Inktober chocan de manera frontal con otros ilustradores que se ciñen al “Preguntas y respuestas” que se puede encontrar en la web. Son los casos de otros usuarios de Twitter que han interactuado con Beatriz Albir en su hilo. Muchos defienden el enfoque contrario y prefieren tomarse el challenge como una manera más de practicar el dibujo. Al final es un poco el rollo que Jake Parker quiso impregnar: “Inktober se trata de crecer y mejorar y formar hábitos positivos”.

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