El concepto arte revolusionario ya existía antes de que Christian Flores cantase 'Velaske, yo soi guapa?' y Ouka Leele era y es una de sus representantes en el ámbito nacional. La artista que lo petó en plena movida madrileña regresa este año a la feria de arte contemporáneo con una exposición fotográfica protagonizada por Soy Una Pringada.
¿Oportunismo o vanguardia 3.0?
Cualquiera que conozca la trayectoria de Ouka Leele sabrá que no es la primera vez que incluye un rostro conocido en alguna de sus obras. En los 80, era muy común ver a Pedro Almodóvar o Fabio McNaramara retratados en sus fotos, desde un punto de vista vanguardista y alejado de lo cotidiano.
Y, aunque las vanguardias tratan precisamente de eso, de llevar una tendencia al extremo para darle un nuevo aura artístico, seguimos sin entender del todo la figura de Soy Una Pringada dentro del arte de Ouka Leele.
Podemos comprar la parte de que Esty Quesada es un icono masivo de lo diferente (aunque no es el único) dentro de una generación de youtubers que está viviendo una época dorada. Pero de ahí a darle la misma importancia en una exposición fotográfica que a Ángela Molina hay un trecho bastante grande.
Esty Quesada reinterpreta a Sara Montiel y ya sí que no entendemos nada
Aunque Ouka Leele no necesite ni muchísimo menos a una youtuber para reafirmar su discurso, hay que reconocer que no le viene nada mal utilizar la figura de Esty para llegar a una audiencia que de otra forma probablemente no llegaría.
Pero no es la única que gana en todo este asunto. A Soy Una Pringada también le interesa estar en círculos más elevados que la alejen del contenido mainstream y del concepto youtuber que ella tantas veces ha criticado.
Es un win win en toda regla: Ouka Leele renueva su discurso incluyendo un rostro de la interné en su obra y Esty puede presumir de que es tan multidisciplinar que lo mismo está en Los 40 principales que en ARCO presentando una expo.
De compincharse con Dalas a ser caricaturizada en ARCO
Antes de la burbuja del hateo, ver a alguien hatear frente a una cámara y llamar "cacho de mierda" al espectador era algo novedoso. Ahora, quizás lo es un poquito menos. Y no por nada en especial, sino porque ella misma ha ido quemando poco a poco su propio discurso.
Si, además, tenemos en cuenta de que parte de esta fama se la debe a Dalas y a los planes maléficos que juntos ejecutaron para aumentar su tirón en Youtube, entendemos mucho menos el símil Esty Quesada con Sara Montiel.
No puedes presumir de protagonizar una fotografía inspirada en el 'Fumando espero' de Saritísima cuando parte de la fama se la debes a un señor cuyo contenido de mayor calidad es "Le hago preguntas raras a mi hermana de 10 años y se ríe".
Ver todos los comentarios en https://www.thewatmag.com
VER 1 Comentario