Después de liarla y hacer el lavado de cara oportuno, Logan Paul ha regresado haciendo gala a la fama de mono de feria que le precede. Tras haber hecho una especie de documental cargado de sensacionalismo donde reconocía que donaría un millón de dólares a prevención del suicidio, Paul ha subido un nuevo vídeo donde se ríe de quién le apetece, hace promo de su ropa y, por supuesto, de sí mismo.
Justificaciones baratas, payasadas y gritos
Y yo me pregunto, ¿qué clase de persona aconseja a Logan Paul? Alguien debería decirle que la estrategia diseñada hasta la fecha no se sostiene por ningún lado. Por norma general, la gente no se cree el papel de youtuber implicado con la prevención del suicidio si a las dos semanas te olvidas del tema y vuelves a crear contenido basado en cafradas absurdas.
Sin embargo, en torno al tema Logan Paul a mí se me sigue escapando algo. No entiendo cómo puede seguir creciendo en suscriptores (949,269 en el último mes) y conseguir más de 11 millones de visualizaciones en su último vídeo. Un vídeo que, sea dicho de paso, no tiene un guion con sentido. En él simplemente vemos a Logan vestido de náufrago haciendo el imbécil para después ver a Logan haciendo cosas random.
Entiendo que como vlogger que es, todo el contenido que genera Logan Paul gira en torno a su ego. Pero de ahí a hacer de tu esperadísimo "comeback" una versión de los cuentos de Teo hay un trecho. Es soporífero ver durante 12 minutos ver diferentes versiones de esta dinámica: Logan Paul se ríe de los medios, Logan Paul hace el cafre en una playa, Logan Paul firma la petición de Change.org que pide su salida de Youtube...Sinceramente, molaba más 'Teo va al zoo'.
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