Mientras me ganaba el Pulitzer a pulso descifrando el BOE, decidí pasarme por Youtube a ahogar mis penas con algún vídeo de OT. Mientras lloraba internamente viendo el último chat de Noemí Galera, mi compañero Mario me contó su última epifanía en materia youtuberil: las urls personalizadas son un gag en sí mismo. Y, efectivamente, son un ejercicio de empatía con las cuentas de Messenger de toda una generación.
Si en el 2005 tu dirección de correo era algo así como piki_ 89_xd@hotmail.com no tienes porque avergonzarte más, algunos de los youtubers con más seguidores tienen que enfrentarse a esta desgracia en su página de about us.
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