Más de 90 millones de adolescentes viven enganchados a Musical.ly, una app que no solo sirve para compartir playbacks con la comunidad de #musers (nombre que recibe un usuario de Musical.ly), sino que utilizada con inteligencia puede ser el medio hacia el éxito. ¿Qué mejor manera de apostar por la carrera musical de un adolescente que saber que más de 20 millones de personas esperan sus versiones musicales diariamente?
¿Es Musicaly la nueva plataforma de visibilización de talento?
Han pasado ya nada más y nada menos que 10 años desde que Justin Bieber fuese descubierto por Scooter Braun, a través de Youtube. Sin embargo, en 2018 la batalla por posicionar el talento musical se juega en Musicaly y no tanto en Youtube.
Y no es de extrañar que el último aspirante a Justin Bieber haya nacido de la interfaz de Musical.ly. La plataforma ha sido diseñada especialmente para visibilizar y compartir talento. Nada en ella es fortuito. Sus tendencias categorizadas por habilidades y sus sinergias con el mundo de la música hacen de esta app el escaparate perfecto para aquellos cuyo lema de vida es "mamá, quiero ser artista".
La plataforma permite segmentar a los usuarios por el tipo de contenido que quieren generar. Musical.ly pone a disposición de los usuarios una amplia variedad de canciones a la vez que también ofrece diálogos de escenas cinematográficas para que los musers enfocados a la interpretación de ficción puedan tener también su momento de gloria.
Captar talento en Musical.ly es tan rápido como espiar la vida ajena en Instagram. La app ofrece un ranking con las canciones más versionadas por los musers y en función del número de likes establece a un campeón dentro de esa categoría. Aquí no hay trampa ni cartón. Los seguidores falsos no tienen cabida en esta app, básicamente, porque no pueden votar.
Musicaly
La fama cosechada por un muser de más 20 millones de seguidores nace de su forma de bailar o interpretar. Conseguir tal número de followers solo es factible si publicas de forma habitual y, sobre todo, si tu contenido llega al público. ¿Qué mejor forma de descubrir si un producto musical va a funcionar que ver en tiempo real las reacciones del público?
Musers con 20M de seguidores y carreras musicales en proceso
1. Baby Ariel
Con más de 23 millones de seguidores y una imagen de marca muy ceñida a las bases de hip-hop, esta americana de 17 años interpreta canciones a la vez que mueve la cámara al ritmo de la música.(No apta para aquellos que se marean en el coche).
2. Loren Gray
A sus 15 años cuenta con más de 20 millones de followers. Considerada la principal rival de Baby Ariel (Youtube está repleto de vídeos donde retan el contenido de ambas) Gray puede presumir de tener un perro que le hace los coros.
Es uno de esos casos que ejemplifican como Musical.ly puede catapultarte al mundo de la música. Después de acumular más de 19 millones de seguidores ha conseguido publicar varias canciones y planificar una gira por Europa y Estados Unidos.
18 años y 18 millones se seguidores han sido más que suficientes para convertirla en una celebrity de Musical.ly. A diferencia de los musers anteriores, Hancher apostó desde el principio por la coreografía como parte fundamental de sus vídeos. Entre otras cosas, hasta ahora, la fama le ha regalado una miniserie en Youtube.
5. Lisa y Leena
Aunque las comparaciones son odiosas es inevitable pensar en las gemelas más mediáticas de los 90 al ver el desparpajo que tienen Lisa y Leena ante la cámara. Sus más de 25 millones de seguidores demuestran que el efecto gemelas Olsen sigue vivo entre el público y, sobre todo, que no entiende de generaciones.
El caso de Baby Ariel y HRVI: de versionar temazos a ser versionadaos
El paradigma que dibuja Musical.ly en su cuarto año de vida es más que interesante: otorga al público la posibilidad de elegir directamente con sus likes a ¿las próximas estrellas musicales de su generación? Aunque puede parecer una afirmación demasiado rotunda son los casos Baby Ariel o HRVI los sientan las bases sobre esta forma de proceder.
Baby Ariel es una adolescente que un día decidió ver qué pasaba si subía un playback de una canción de Beyonce por puro divertimento. Lo que quizás no se esperaba era levantarse dos años después con 23 millones de seguidores y acostarse a principios de 2018 con una legión de musers que interpretasen sus propias canciones.
Pasó de ser una muser que versionaba las canciones que lideraban el ranking de éxitos, a convertirse en una de las artistas que encabeza la lista de hits.¿Qué mejor estrategia para producir una nueva generación musical que crear fenómenos a partir de adolescentes anónimos que cosechan seguidores?
Si Baby Ariel es la voz femenina con la carrera más enfocada de la plataforma, HRVI es junto a Jacob Sartorius el nuevo ídolo de masas. A pesar de que tiene poco más de un millón de seguidores en Musicaly, su talento destacó por encima del resto rápidamente o, al menos, así lo ha considerado la discográfica que está detrás de su incipiente carrera y que ha promovido que su single saliese justo un día antes que el de su compañera, Baby Ariel.
Ejemplos como los anteriores no son más que una demostración de la importancia que tiene esta app en la industria musical actual. Como si se tratase de una fabrica de talentos, Musical.ly pone en bandeja a las discográficas productos musicales recién salidos del horno y con una garantía de éxito asegurada y basada en el número de followers.
Pero, no nos engañemos. Una sinergia de este calibre solo es viable si existe una comunicación bidireccional entre usuarios y plataforma. Musical.ly está dando en el clavo en su papel como intermediario entre una comunidad de usuarios que ha crecido escuchando música a la carta y una industria musical sedienta de fenómenos como Bieber y beliebers.
