Ayer a las 20:00 por fin se lanzaron en Flooxer los seis capítulos que integran 'Terror y feria'. Una antalogía creada, escrita y dirigida por Benja De La Rosa que ha contado con el apoyo y producción de Suma Latina, la empresa audiovisual de los Javis. Anunciada como una mezcla entre 'Black Mirror', el cine de John Waters, las creaciones de Chicho Ibáñez Serrador y el espíritu de La Veneno, podemos decir que todo lo que nos habían dicho de ella era verdad. Sin trampa ni cartón, sus episodios autoconclusivos han resultado aire fresco y diferente para la ficción española.
Con mucha consciencia de sí misma y repleta de guiños a la cultura pop más choni y asociada al universo de 'Sálvame', la serie de Benja De La Rosa ha plagado sus cortos seis capítulos (ninguno supera los 17 minutos) con un remix de continuas referencias en forma de frases tan populares como "¿y qué hago, me mato?", los códigos del género de terror y la importancia actual de las redes sociales. Efectivamente, como si 'Black Mirror' se hubiera rodado en Moratalaz.
'Poseída viva': "- Yo no soy Rosalía. - ¿Ah no, qué eres? ¿C. Tangana?"
El mejor capítulo de 'Terror y feria' es un remake folclórico de 'El Exorcista'. Tras una presentación de Benja De La Rosa que también funciona como homenaje a Chicho, uno de los clarísimos referentes (sino el que más) de la webserie de Flooxer, el episodio se ríe de programas como 'Hermano mayor' y otros realities muy cercanos a Telecinco.
Si durante todo 'Terror y feria' Benja De La Rosa llena el metraje con frases pop y de actualidad, es en este 'Poseída viva' donde más gracia hacen. Guiños a los beef (con Cardi B y Nicki Minaj), tributos al cine de terror español ("soy Verónica de Paco Plaza") para un episodio que podría resumirse en un "es como si El Exorcista hubiera sido interpretado por Belén Esteban". Mención especial para las protagonistas Cristina Alcázar y Ana Hurtado.
'Marifé': "Maquillo a unos instagramers con la cara llena de graners"
La muñeca Marifé tiene el honor de haberse popularizado incluso antes del estreno de 'Terror y feria'. Pero es que además, una vez disfrutado del capítulo, el resultado no defrauda. Con un argumento que bebe de todo el cine de terror que puedes imaginar (no solo el de juguetes endemoniados), la cultura folclórica de este país sobrevuela por todo el episodio.
Antonio Pagudo y Jimmy Castro interpretan a una pareja homosexual que son acosados por una muñeca poseída por una folclórica franquista y homófoba. Si este no es el mejor argumento de la historia, yo no quiero vivir más. Y para rematar el resultado, además de la presentación en la que De La Rosa tira de Brays Efe, la mismísima Desahogada es quien presta la voz al ninot maligno.
'Hambre de likes': "El será youtuber pero yo soy una actriz con hambre"
El primero de los episodios de 'Terror y Feria' resulta toda una declaración de intenciones. Aunque podrías seguir la serie en cualquier otro orden, las presentaciones que arrancan los capítulos acaban resultando un hilo argumental que es preferible respetar. Por ello, 'Hambre de likes' significa la introducción perfecta al imaginario que plantea la webserie. Javier Calvo y Javier Ambrossi haciendo de sí mismos se encuentran con un homeless Benja De La Rosa.
Con mucha autoparodia, los Javis hacen un par de llamadas como peces gordos de la ficción española que son para rescatar del olvido al que definen como el "que nos ha enseñado a todas todo lo que sabemos". Así arranca 'Terror y feria' y así da paso a un capítulo que evoca al ya mítico 'En picado' de 'Black Mirror'. Una mirada muy ácida y tenebrosa al mundo influencer con más subtextos de los que crees.
Sin ánimo de spoilear nada, destacamos la interpretación de Sandra Escacena y algunas líneas de diálogo tan incisivas como "me tiro un pedo y se hace viral". Una crítica a cierto contenido digital, al clickbait y también al ansia de fama que azota el mundo de lo audiovisual.
'Homenaje': "Un ratito con Su"
El duelo interpretativo entre Celia de Molina y la ganadora de un Goya Eva Llorach es lo mejor de este capítulo de 'Terror y feria'. Como un trasunto de esos magazines matutinos presentados por periodistas como Ana Rosa Quintana o la Campos antes de hacerse influencer, 'Homenaje' no se escapa de otros guiños pop a series como 'Stranger Things'.
'Homenaje' comienza con la correspondiente introducción a lo Alfred Hitchcok de Benja De La Rosa y la ironía de presentar en pantalla a sus padres tras pronunciar un "la manía que hay ahora de sacar a las madres". El episodio, además de la colaboración del veterano actor José Lifante, homenajea verbalmente a ficciones españolas (de Eloy De La Iglesia a Pilar Miró) y se remata con ecos del film setentero 'Network'.
'Transpíritu': "Yo iba siempre con la cara bandeja, que tenía la cara más estrecha que una smart TV"
El capítulo más corto de todos, apenas 11 minutos, es un homenaje a la letra T y al + del colectivo LGTBI+. Protagonizado por las actrices trans Laura Corbacho y Geena Román, 'Transpíritu' cuenta con la colaboración de Alaska y Topacio para una presentación que sirve para repasar brevemente la relación entre el cine y los personajes transgénero.
Su subtexto más político (¿soy el único que se ha acordado de VOX mientras lo veía?) se mezcla con el mundo zombie para trazar una metáfora que retrate la represión que ha vivido el colectivo. Además, 'Transpíritu' también funciona como homenaje a las pioneras transgénero que vertebraron tantos espectáculos underground desde los años 60 y 70.
'Casa rural': "Igual son cuatro locas que han venido a hacer una webserie o algo"
Apenas un cuarto de hora para el capítulo más autoreferencial de todos. Su lenguaje meta es tan profundo que hasta se permite jugar con sí mismo. Secun de la Rosa, Ana Morgade, Raúl Jiménez interpretan a tres miembros del sector audiovisual que pretenden rodar una película indie en una casa rural.
El episodio, presentado en colaboración con Silvia Tortosa, es un constante martilleo de títulos de películas que vertebran el género ("es como la de Insidious con un poquito de Haunting on the Hill House"). Una historia sobre una casa rural que ha sido testigo de tres generaciones de suicidas. El resto lo puedes imaginar.
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