El show dirigido y protagonizado por Esther Gimeno, Pilar De Francisco y Vicky Martín continúa demostrando mes tras mes que proyectos como el suyo enriquecen y visibilizan la comedia femenina. El próximo 18 de enero, el Eje del Mal vuelve al Palacio de la Prensa de Madrid para divertirte nivel: me duele la mandíbula de tanto reírme que alguien me de una férula de bruxismo.
Ignatius está más a la izquierda que el calvo de Marlango
Una de las razones principales por las que cualquier residente en Madrid debería ir a ver el show de estas tres mujeres es para conocer la teoría del calvo de Marlango. La hipótesis que plantea Pilar de Francisco durante su monólogo te hará entender problemas sociales como el bullying, hitos de la humanidad como la selección natural o dramas cotidianos como por qué los yogures naturales te caducan y las natillas de chocolate no.
Muchas gracias por la buena acogida de mi Teoría del Calvo de Marlango. Sin embargo, aún no se sabe nada de él.
— Pilar de Francisco (@pilardfrancisco) 28 de noviembre de 2018
Estaría bien una prueba de vida, una foto con el periódico de hoy o algo así 🙏🏻 pic.twitter.com/jSEd2LRujV
Pero, aunque la teoría del calvo de Marlango nos diga que tres son multitud, el trío del Eje del Mal es necesario. El humor de Esther Gimeno es toda una revelación que te hará salir de allí preguntándote por qué narices nunca habías oído hablar de ella, mientras que Vicky Martin juega a reírse de lo millennial y de cada uno de los clichés que la rodean por ser mujer y youtuber.
Y, claro, por mucho que Ignatius lo pete allá por donde vaya, su trayectoria no es suficiente para satisfacer la exigencias del Eje del Mal. Como hombre blanco, cis y hetero, el integrante de La Vida Moderna no tiene nada nuevo que aportar a un show donde lo que prima es la queja justificada ante la desequilibrio femenino-masculino que existe en la industria del humor. En esta promo que representa un mundo paralelo donde son las mujeres quiénes deciden qué hombres son válidos para triunfar en la comedia, Sweet Juan Ignacio no da la talla.