Si hace varias semanas PewDiePie pedía a sus seguidores que detuviesen el meme de "suscribe to PewDiePie" porque incitaba al odio en internet, ahora YouTube decide no eliminar el canal de una niña de 14 años que tiene como objetivo divulgar sus opiniones de extrema derecha ante una audiencia de más de 800.000 personas.
Un hecho más que confirma que a YouTube le interesa albergar polémica
Soph se ha hecho conocida fuera del entorno fanático por su último vídeo homófobo donde suelta perlas a este nivel: "Me he convertido en una devota seguidora del profeta Mahoma y sobra decir que me he estado divirtiendo mucho. Por supuesto, soy violada por mi marido de 40 años de vez en cuando y tengo que adorar a un cubo negro para complacer indirectamente a un antiguo dios cananeo, pero al menos tengo la oportunidad de acercarme a San Francisco a apedrear a algunos gays", espeta en el vídeo que ya ha sido eliminado por YouTube por incitación al odio.
Pero que YouTube haya eliminado este vídeo no quiere decir que el contenido de Soph ya no esté disponible en su plataforma. La youtuber lleva desde 2015 subiendo vídeos de corte extremista y donde arremete contra las mujeres, ensalza la supremacía blanca, hace apología del suicidio o pide justicia social colocando a los homosexuales en el lugar que merecen. Y todo este contenido está disponible en un canal que retorna beneficios económicos gracias a la publicidad y supera los 15 millones de reproducciones.
Darse un pequeño paseo por el canal de Soph puede llevarte a vislumbrar un futuro más negro que el que nos dibuja 'Black Mirror': una niña de 14 años dinamita contra colectivos sociales en términos supremacistas y con una vehemencia a la altura de Ortega Simth en cualquiera de los mítines de Vox. Y, repito tiene 14 años.
A pesar de que la ironía es otro de los denominadores comunes presentes en su discurso, el resto del guion que da forma al vídeo deja clara cual es la postura de la youtuber: dilapidar desde la crítica cualquier símbolo democrático y tachar de vende humos los avances sociales que buscan la igualdad entre las personas.
Y es que, a juzgar por los recientes acontecimientos, el contenido de Soph solo es vetado de la plataforma cuando hace saltar el algoritmo con palabras clave reconocidas como extremistas. La razón por la que este perfil sigue abierto y no recibe los tres strikes necesarios para ser cerrado es, básicamente, porque a YouTube le interesa que siga generando polémica. Las opiniones extremas o los bulos despiertan indignación y fanatismo a partes iguales algo que para YouTube se traduce en un mayor tiempo de visionado en la plataforma y, por ende, en más retorno económico.
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