Aunque ser youtuber no sea un camino de rosas, abrirse un canal es algo muy sencillo. Tan solo necesitas 5 minutos de tu tiempo, una conexión wifi decente y un buen nombre que esté a la altura de lo que buscas transmitir en tus vídeos.
Quizás la parte más engorrosa es la que hace referencia a la logística y los aspectos más técnicos. Para todos aquellos que tengan claro que quieren subir vídeos, pero carecen de experiencia o conocimientos audiovisuales, la parte técnica es la que más dolores de cabeza suele generar.
¿Con qué me grabo?¿Sirve el móvil?¿La cámara de mi padre?
Una de las máximas que siempre hay que tener en cuenta es que con grandes ideas y medios humildes se pueden hacer grandes cosas, pero no a la inversa. Es decir, si tienes una idea innovadora, pero solo dispones de tu móvil y el micrófono de los auriculares no dudes en llevarla igualmente a cabo. Tiempo para mejorar la logística siempre tendrás.
A la hora de pensar en la parte de vídeo existen dos opciones principalmente: utilizar tu smartphone o grabarte con una DSLR. Si puedes hacerte con una DSLR que grabe en buena calidad (de la 600D de Canon en adelante se consiguen resultados francamente buenos). Si tu presupuesto es más ajustado consigue una cámara réflex que grabe vídeo en buena calidad y que te permita controlar la luz.
Aunque para empezar puedes tirar el objetivo 18-55 que viene de serie, los mejores resultados se consiguen con un objetivo fijo de 50mm. Esta óptica no solo te ayudará a enfocarte con nitidez, sino que te permitirá desenfocar el fondo consiguiendo una imagen bastante profesional.
Como mencionábamos anteriormente, si no quieres invertir dinero de primeras puedes grabarte perfectamente con el móvil. Hoy en día los smartphones ofrecen una calidad de vídeo competitiva. De hecho, hay youtubers como Hamza Zaidi que se han grabado con el móvil desde sus inicios lo que demuestra que ganar en suscriptores no está reñido con comenzar con medios más modestos.
La importancia del audio
El sonido es probablemente uno de los aspectos que más se tienden a descuidar. Separar audio y vídeo en dos archivos diferentes en fundamental para obtener un resultado óptimo. Si recurres al micrófono del móvil o el que viene instaurado con la cámara, se colará mucho ruido y, probablemente, tu voz se oirá lejos.
Si no quieres escatimar en muchos gastos bastará con un micrófono de condensador. Los hay de todos los precios, pero por 20 euros ya encuentras modelos que te ofrecen un audio de calidad como para sacarte del apuro durante los primeros meses.
No olvides tener en cuenta el entorno dónde vas a grabar. Es necesario tener bajo control los posibles ruidos que puedan surgir a tu alrededor. Por ejemplo si vas a hacer reporterismo a pie de calle, no te vayas a los alrededores de un hospital donde cada dos por tres pasan ambulancias. Aunque después el sonido ambiente se puede atenuar en postproducción, hay ciertos parámetros que podemos predecir y evitar.
La luz: desde el flexo, hasta el sol o el anillo de luz
Al igual que sucede con el sonido, descuidar este aspecto puede convertir un buen vídeo en un desastre molesto para los ojos de los espectadores. Un set de iluminación con dos focos profesionales no es barato, pero antes de abrir ese melón hay opciones más económicas.
Lo principal para subir vídeos a Youtube es que se te vea bien cuando hables a cámara. Si, además, podemos evitar las sombras con una luz de relleno ya es la leche, pero lo principal es que la escena esté iluminada.
Lo ideal es que tengas una luz blanca que apunte hacia a ti para que toda la escena quede iluminada. Hay opciones de todos los colores. Puedes utilizar el típico flexo de tu época estudiantil, un anillo de luz si decides invertir e, incluso, la luz del sol que entre por tu ventana. En este último caso, lo más importan
te a tener en cuenta es que controles que ésta sea constante, es decir, si te grabas en un día nublado en el que el sol se cuela todo el rato entre las nubes, la luz que te iluminará será inestable y, por lo tanto, el vídeo un desastre.
Y ¿con qué edito? ¿Premiere o Final Cut?
Una vez que has conseguido grabar unos brutos de calidad con una imagen cuidada y un sonido decente, llega la hora de darle forma de vídeo a todo ello. Es importante que a la hora de grabar hayas hecho previamente un guion o plan de rodaje.
Si vas a hablar a cámara bastará con un guion literario donde apuntes qué temas vas a tocar y en qué orden lo harás. Si por el contrario quieres innovar con distintos tipos de planos, lo mejor es que elabores un guion técnico dónde tomes nota de qué tipos de encuadres vas a utilizar en cada momento del vídeo.
En cuanto al programa de edición, si tienes pc no hay duda, lo mejor es que recurras a Premiere. Por el contrario, si tu equipo es de la casa Apple puedes optar por utilizar su editor de serie: Final Cut. Ambos ofrecen resultados profesionales y no tienen una interfaz demasiado complicada. Eso sí, si nunca has editado vídeos conviene que le eches un vistazo a nuestro post y varios de estos tutoriales de Youtube.
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