Jordi Wild calificaba los vídeos donde Peluchín maltrataba a su gato así: "Es muy duro. Lo peor que he visto de YouTube en mi vida". Pero la picaresca de haber publicado los vídeos del horror y eliminarlos poco después hace que su canal principal siga en abierto. El secundario, afortunadamente, es historia de YouTube.
A ojos de YouTube Peluchin es uno más
De hecho, para YouTube, Peluchin es un creador con sensibilidad por el mundo animal que adopta gatos en lugar de comprarlos. El contexto que le falta al algoritmo de YouTube es que esos gatos vinieron a reemplazar a Jason, el gato que mató y cuya muerte compartió públicamente en redes. Fue a partir de este momento, cuando los creadores que habían visto el vídeo de la paliza a su gato, comenzaron a reportar las nuevas adopciones del youtuber.
El contenido por el que fue condenado y señalado públicamente estuvo también alojado en Twitter hasta que la denuncia social logró que fuese eliminado por la plataforma. El resto de vídeos que dan forma a su canal van desde los gameplays con voz de Loquendo hasta los debates más surrealistas con personajes como Super Mario Wan.
A sus 15 años Matías Vera se define como emo y en su vídeo de 50 cosas sobre mí reconoce que le gusta el contenido oscuro, pero matiza "no estar depresivo" como la mayoría de los emos. Eso sí, en casa suele estar a oscuras y con las cortinas cerradas. No le gusta la luz.
Aunque Peluchin haya producido contenido violento, su canal principal sigue abierto porque actualmente no está incumpliendo ninguna de las políticas de uso de la plataforma. Pero, si la muerte de Jason a manos del youtuber está siendo condenada públicamente por medio mundo ¿por qué YouTube no le presta la atención que debería? ¿Acaso la plataforma de vídeos no se plantea revisar su canal o es que viven ajenos a esta realidad?