Paquita Salas es uno de los personajes más queridos en Internet. Su amor por los torreznos, la ginebra mala y su agencia la han convertido en un personaje tan característico que el boss de Netflix no ha podido evitar rendirse a sus pies.
El próximo 29 de junio se estrena la segunda temporada en la plataforma de VOD y hasta ahora la promo nos ha dejado dos grandes alegrías: la colaboración de Rosalía y un trailer lleno de luces y sombras en la vida de la Paca.
Si no te acuerdas bien de lo que pasó en la primera temporada de @PaquitaSalas, la tía Alicia te lo cuenta. pic.twitter.com/VGBM1e62zi
— Netflix España (@NetflixES) 5 de junio de 2018
rosalia watma
"Ay, Paquita. Señora, niña bonita..." made in Rosalía
Aunque la versión de Alberto Jiménez de Miss Cafeína era maravillosa la intro de la nueva temporada no podía ser más acertada. Rosalía está en boca de todos con su nuevo disco y Los Javis tienen a medio Twitter en vilo con la llegada de la segunda temporada de la serie. ¿Qué mejor ejemplo de meritocracia que unir ambos talentos para promocinar sus obras?
Tampoco se nos ocurre mejor forma de inaugurar la producción española en Netflix. La canción interpretada por Rosalía le da un aura mucho más local a la serie que ayudará a identificarla con nuestra cultura.
Torreznos, Larios y decepciones para construir el nuevo trailer
Paquita Salas además de ser una producción con la que te ríes en cada capítulo es especialista en mostrarte los entresijos del business por dentro. PS Management demuestra que el mundo del cine no es tan glamuroso como parece, sino que al final, como en otros ámbitos, es algo que se reduce a las relaciones entre las personas.
Al igual que un constructor y contratista cierran un acuerdo entre cervezas o que Mariano Rajoy se esconde durante 8 horas en un bar con el objetivo de evitar a la prensa, Paquita soluciona sus dramas laborales con torreznos, Gin Tonics y cuatro voces bien dadas. Y es que, el secreto de la serie reside en mostrar a una señora de las de toda la vida peleando por lo que es suyo. Algo que por muy obvio que suene, muy pocos habían hecho antes.