Trabajar desde casa es algo idealizado para muchos. A simple vista, todo son ventajas. Pero si eres creador de contenido y tu oficina es tu hogar, ¿cuáles son los pros y los contras del teletrabajo? Sin duda, es algo muy personal.
"Mi día empieza a las 8 (a no ser que tenga una entrega ese día, en cuyo caso madrugo mucho porque prefiero madrugar a trasnochar), me preparo un café mientras pierdo el tiempo en las redes y me planteo por qué la vecina de enfrente está gritando en francés y me imagino lo que puede estar diciendo.”
Así arranca Kaos cada jornada. Es el punto de partida de un nuevo día lleno de tareas para este youtuber que acumula 583.000 suscriptores en su canal, autor de La Torre y dibujante. "A las 9 ya apago el móvil y pienso "venga ya, Kaos, por favor". Me siento en el escritorio, miro los post-it y suspiro. Soy muy del método post-it, así que tengo el escritorio y la pared llena de papeles con un orden de prioridad donde escribo las tareas pendientes (este método lo combino con Google Calendar)”.
Y es que el orden y la planificación es algo fundamental, si tienes que trabajar desde casa, más aún si eres tú mismo el que debe encargarse de gestionar el tiempo, como ocurre en el caso de los creadores de contenido, a los que hay que añadirles, en su mayoría, el hecho de ser autónomos, un extra a la hora de conciliar.
El tiempo también es muy ajustado en el día a día de Gema Vadillo, youtuber avalada por 364.000 suscriptores, autora de Schizein y estudiante.“Toco un poco de todo, pero creo que la clave está en una buena organización y en tener pasión en lo que haces. Estudio Ilustración, llevo mi canal de Youtube y mi tienda online, y tengo bastantes hobbies como la escritura, la fotografía y un poco de música para mis tiempos libres. Desde que me levanto hasta que me acuesto no paro de hacer cosas, y al mismo tiempo no puedo parar de hacerlas. ¡Me encantan!”
¿Entonces es posible organizarse si teletrabajas? José Luis Casero, presidente de ARHOE, la Comisión para Racionalización de Horarios en España, opina que “la clave está en "educar" a los clientes y hacerles ver que a partir de cierta hora no se les puede atender, salvo de forma muy excepcional, si hay algún asunto que haya que abordar de manera urgente".
"Tenemos que evolucionar de modelos clásicos de 8+8+8 horas, a modelos como el que defendemos para un futuro cercano, en el que las nuevas tecnologías suponen una ventaja competitiva, pero también un peligro para la salud de las personas. Nos referimos a modelos como el de las 4 “D”, es decir, Descanso, Dedicación, Disponiblidad y Desenganche".
En este sentido, Kaos nos explica que durante un tiempo se autoimpuso un horario que consistía en, todos los días, dedicar una cantidad de horas a Youtube, otra a sus encargos y otra a escribir/dibujar. "Al final era una locura, por eso, de un tiempo a esta parte, intento dedicar cada día a una cosa en concreto”.
Sin embargo, si le preguntas por las horas que dedica al día a trabajar, lo tiene claro: “Más de las que debería y menos de las que quisiera. En realidad, soy bastante responsable en ese aspecto, cumplo con los horarios que me autoimpongo. O sea que me autoexploto maravillosamente”.
Y como le ocurre a cualquiera, Kaos nos muestra la otra cara de la moneda:
“Hay días que soy súper productivo y me sorprendo a mí mismo y días que me dan mis fabulosos bloqueos y no doy pie con bola y solo quiero llorar. Cuando me pasa eso, procuro centrarme en cosas que no requieran de mucha creatividad, sino en tareas más mecánicas (organizar las facturas y cosas así, pero lo hago mientras lloro internamente)”.
Gema Vadillo también tiene perfectamente definido su sistema de trabajo: “Me organizo según mis prioridades, que en mi caso son las clases, llevar los pedidos de mi tienda al día y Youtube. Intento tocar un poco de todo cada día y compaginarlo con mi vida social, de manera que no existe día en la semana en el que no tenga nada que hacer. No podría vivir sin mi agenda, desde luego”.
El teletrabajo es sin duda un modo de empleo al que se dirigen cada vez más empresas en determinados sectores, la tendencia va en aumento, aunque en países como el nuestro, el avance es lento. Si ampliamos el punto de mira más allá de la red, y nos preguntamos por la situación de cualquier teletrabajador, ¿hay más ventajas o desventajas en esta modalidad de empleo? María Jesús Herrera, socia de Sagardoy Abogados, Doctora en derecho y Profesora de la Universidad Carlos III y de la Universidad San Pablo CEU, nos lo detalla:
“Como beneficios para el trabajador, inicialmente pueden señalarse, entre otros, la mayor libertad para organizarse y la mejor compatibilización y conciliación de su vida personal y familiar. Igualmente, hacer una menor inversión de tiempo y costes de desplazamiento al lugar de trabajo. En la bandeja de los posibles perjuicios estarían, en mi opinión, el aislamiento social, la individualidad y, puede que incluso, la distracción si no se consigue crear un entorno de trabajo en el domicilio que facilite la concentración”.
En esta misma línea, el presidente de ARHOE sostiene que “el teletrabajo puede convertirse en un arma de doble filo si no está regulado de forma pactada, haciendo que la jornada se extienda en tiempos y espacios insospechados, y además, con recursos e infraestructuras puestas a disposición por el trabajador o trabajadora y no por la organización. Además, si se convierte en la regla general, es decir un modelo al 100%, podría generar una deshumanización del trabajo al alejarnos de entornos colaborativos de carácter físico”.
¿Y qué dicen sobre ello los protagonistas, los creadores de contenido? Gema Vadillo nos apunta lo esencial: “Para mucha gente trabajar en casa no es siquiera una opción. Puede haber falta de espacio o de concentración, por ejemplo. A mí trabajar en casa me resulta muy cómodo, porque tengo todo lo que necesito cerca y soy una persona que cuando se pone con algo, lo acaba sin distracciones".
Además, puntualiza que "en los sectores más artísticos contamos con muchísimo material, y tenerlo organizado en tu propio espacio a tu gusto es lo que más cómodo me parece. Otras personas optan por hacerse con locales y estudios, cosa que consideraré para un futuro para optimizar el espacio”.
Kaos también tiene muy claros, en su caso, los pros de su forma actual de trabajo: “flexibilidad absoluta en tus horarios, poder elegir en qué proyectos quieres trabajar, no darle explicaciones a nadie y ser "tu propio jefe", pero también los contras: “requiere más disciplina porque no tengo un lugar y un horario al que ir a trabajar y, por lo tanto, tampoco cuento con un entorno que me motive a ello. En mi zona de trabajo mi única motivación soy yo (e internet, que siempre está ahí para ayudarme en todo)”.
Hoy en día, a pesar de los cambios paulatinos, la realidad es que el teletrabajo, sigue estando mal visto en muchos sectores. ¿Por qué? María Jesús Herrera opina que “trabajar desde casa, en modo no presencial, con ausencia de control visual y espacial del trabajador, suena a imposibilidad de controlar y hasta a desconfianza por esa posible falta de control, aunque la realidad sea que las fórmulas de control puedan tener más que ver con los resultados y la productividad obtenida en el trabajo a realizar”.
Y el presidente de la Comisión para la Racionalización de los Horarios añade:
"En España aún impera la cultura del presentismo en muchos lugares de trabajo. Está mal visto irse a casa antes que el jefe y en lugar de medirse la productividad, se valora el número de horas de permanencia en el puesto de trabajo y una “compañía” que francamente no aporta nada a los resultados de empresas. En otros países, sin embargo, alargar la jornada laboral es un indicador de que el empleado es ineficaz, no realiza correctamente sus tareas y por eso se tiene que quedar más tiempo”.
Sin embargo, tanto Kaos como Gema, comparten una palabra para responder cuando se les pregunta si se consideran afortunados por su forma de trabajar: “Muchísimo”. Hay que puntualizar que, como señala el presidente de ARHOE, para los creadores de contenido como los youtubers, “la mejor definición, según modelos de organización del trabajo del siglo XXI, es el de Smart Working, es decir, personas que desarrollan su trabajo en diferentes espacios, tiempos y lugares”. Por eso, en su caso hay matices con respecto a otros teletrabajos por cuenta ajena.
Pero… ¿es “sano” mantener la fórmula del teletrabajo durante mucho tiempo? “Creo que esa es una de las caras “ocultas” del teletrabajo contraria a sus bonanzas, se puede pasar de un sistema de aparente estado de “felicidad profesional” en el teletrabajo al aislamiento social, la falta de relación y desarrollo y el individualismo negativo, por lo que considero que combinar ambos modelos, el de la prestación del trabajo tradicional con la prestación de servicios en régimen de teletrabajo, puede ser una formula aceptable que permita aprovechar las ventajas y module los inconvenientes del sistema de teletrabajo”, explica María José Herrera.
“Somos personas y no máquinas, tenemos que descansar y, por supuesto, ser libres para tener ocio personal. La curva de productividad y eficiencia disminuye con el paso de las horas y los profesionales lo que tenemos que cumplir es precisamente con esos objetivos. Un uso inteligente del tiempo es fundamental y, desde luego, no perder de vista las relaciones humanas que como sociedad tenemos que desarrollar y disfrutar precisamente para ser más libres e igualitarios”, sentencia José Luis Casero.
¿Y si hablamos de futuro? Kaos asegura: “No me importaría trabajar en una empresa si el trabajo me ayuda a crecer como profesional y artista. Además, como casi todos mis amigos también son freelance, muchas veces trabajamos juntos (aunque cada uno en sus cosas) y, de forma puntual, trabajamos en proyectos conjuntos. No tengo ni idea de a dónde se dirigen los trabajos ni a dónde me dirijo yo, pero me gustaría seguir viviendo de mis proyectos (ya sean vídeos, libros, ilustraciones, o lo que sea, eso no lo sé)”.
Comparte sensaciones con Gema Vadillo: “Estoy muy agradecida en general, por todo lo que tengo en mi vida en este momento. He tenido claro mi camino desde que era muy pequeña, a pesar de que muchas veces parecía más un sueño que una realidad. A día de hoy estoy muy orgullosa de mi trabajo, porque todo lo que tengo lo he obtenido con esfuerzo y dedicación. No quiero cerrarme a otro tipo de trabajos. Considero que todavía soy muy joven para acomodarme en un sitio y quiero tocar otros formatos, todos los que encuentre por el camino”.