Los GIFs llegaron de la prehistoria de Internet (1987) para convertirse en el mecanismo de comunicación definitivo de 2019. Con más arraigo que una pantalla 4K, utilizamos estas imágenes en cualquier red social, siendo los stories de Instagram donde más uso se hacen hoy en día. Pero, ¿quienes se encuentran detrás de estos diseños? ¿Por qué no reconocemos su autoría? Hablamos con ilustradores como Sanz i Vila o Maldita Pelirroja para entender los motivos de la poca visibilidad que Giphy da a sus creadores. Pero antes, un poco de historia sobre el formato.
Un formato demodé que se convirtió en herramienta de lenguaje universal
Como en 1987 el envío de fotografías suponía una "odisea de Homero", en el seno de CompuServe, un trabajador de nombre Steve Wilhite resolvió el problema creando el Graphics Interchange Format. Conocidos en ese momento como 87a, los GIFs suponían una comprensión de imágenes gracias a su programación retrasada, la cual permitía que la transferencia de estas imágenes animadas y coloridas se imponiera a la velocidad arcaica del internet de la época.
Un avión animado en movimiento fue el primer GIF de la época, al que le siguieron otros igual de populares. Para la posterioridad también quedó el mítico Dancing Baby, un protomeme creado en 1996 y que acabó teniendo protagonismo en la serie 'Ally McBeal'. Pero de manera obvia, la tecnología aumentó la calidad de las conexiones en los hogares y el GIF se fue quedado reducido a determinados sites y siempre con un uso más bien cómico.
Los chats y foros de la época más la aparición de Myspace convirtieron al GIF en un mecanismo más de comunicación. Una expresión de calado universal y que permitía conectar a dos habitantes del planeta sin necesidad de compartir idioma. Su inmediatez, tanto por su tipo de reproducción como por su comprensión, se ayudó de la muerte del Flash para arraigar en los dispositivos Android y Apple. Y todo ello a pesar de la mala calidad de su imagen. Su funcionamiento como meme estaba calando.
Pero no fue hasta la creación de Giphy en 2013 cuando el formato entró en su edad de oro (aún vigente, claro) con cerca de 300 millones de usuarios y 2.500 millones de gifs compartiéndose cada día. El éxito de la plataforma reside en la versatilidad a la hora de publicarlo en cualquier red social: Twitter, Facebook, Instagram (y sus stories), Tinder, Slack, Gmail...
Gracias a Giphy, encontramos la manera de comunicarnos desde cualquier parte del mundo. Michael Jackson comiendo palomitas como símbolo de diversión o como representación de un espectador ante un buen beef o salseo. El Michael Scott de 'The Office' gritando "Noooooooooo" o el "think" que se convirtió en 2017 en uno de los más usados del año y que plaga las redes sociales cuando queremos reivindicar nuestra inteligencia.
Pero este tipo de gifs solo representan una parte. Los asociados a la cultura pop y que provienen de películas, series, videoclips o programas de televisión funcionan como pequeños fragmentos de vídeo y se convierten en meme. Aunque aún hay más. ¿Qué hay de esos ilustradores que publican sus creaciones en Giphy? ¿Por qué no trascienden como ElRubius o Wismichu en YouTube?
¿Favorece Giphy la originalidad o solo busca la cultura pop y el meme?
Aunque, como decimos, el uso más popular en cuanto a GIFs se refiere es el que está extraído de películas y otras obras audiovisuales, la plataforma creó Giphy Studios para incentivar y promover la producción de contenido original. Con un estudio erradicado en la ciudad de Los Ángeles, la estrategia empresarial que se busca es la recrear en escenas los términos más buscados en el propio site.
Sin embargo, si ahora mismo hiciéramos una pequeña pausa para reflexionar sobre grandes autores que son conocidos por su obra en Giphy, el resultado quedaría vacío. En blanco. Dime un solo nombre de artista que haya trascendido de la plataforma o, simplemente, creando algunos de los GIFs más populares y/o usados en redes.
Tal y como sucede con los filtros que usamos en Instastories, el uso de estas imágenes en movimiento están tan interiorizadas como recurso, que ni los propios usuarios le damos ese valor que si ejercemos con otro tipo de obras. Por decirlo de otra manera más cruda, parece que autoría no nos importa. Y todo ello ocurre aunque desde Giphy hay una sección donde buscar imágenes a través de sus creadores. ¿Lo sabías?
Como intuimos que no, hemos querido hablar con tres grandes ilustradores que ya tienen un nombre...fuera de Giphy.
"Utilizo Giphy como una herramienta para poder llegar a Instagram"
De sobra es conocido el nombre de Sanz i Vila. Autor de los libros 'Triamor', 'Los novios de Gael', y 'Un buen día para desaparecer', a Pau le siguen 57 mil usuarios en su cuenta verificada de Instagram. Arte pop publicado en diferentes formatos, desde exposiciones hasta los propios GIFs. Una referencia con la que quisimos hablar para que nos explicara su visión del formato y de Giphy, donde sus publicaciones suman 158 millones de visitas.
Dejando claro desde el inicio que no es la plataforma donde más publica, Sanz i Vila, se toma Giphy como la puerta de acceso a una red más popular: "Giphy es la plataforma de la que salen los GIFS que utilizamos a diario los stories de Instagram. Por tanto, ese es mi único motivo de usarlo, utilizo Giphy como una herramienta para poder llegar a Instagram, pero si esto no funcionase así realmente no creo que usase Giphy como creador, tal vez sí como consumidor, porque amo los gifs".
Aunque, como nos cuenta él mismo, la elaboración de GIFs no es la especialidad de este ilustrador, Sanz i Vila considera que lo que tienen den especial es esa sencillez que, a la vez, permiten dar "cierto juego". Un punto extra a la hora de concebir las ideas que no se tiene que tener tan en cuenta si lo que estás dibujando es una imagen estática.
Respecto al funcionamiento de la plataforma, Sanz i Vila reconoce no tener del todo asimiladas sus condiciones. Si hay algún tipo de reconocimiento por llegar a ciertas cifras o si Giphy te notifica cuando alguien usa uno de tus diseños. Para el ilustrador, todo va encarado a Instagram. Y por eso hace una excepción a la hora de reivindicar su autoría.
"En una ilustración que he hecho a sabiendas de que no aparecería mi nombre como es el caso de Giphy, ha sido una decisión mía el hacerlo conociendo esa condición, es algo que también sucede cuando trabajo para hacer un cartel o una campaña publicitaria en la que, aunque quienes me conocen saben que lo he hecho yo porque resulta reconocible, no aparece explícitamente mi nombre".
"El tema de la autoría es bastante triste"
La chilena Maldita Pelirroja tiene más de ocho mil followers en Instagram y casi tres mil en Facebook. Unas cifras que palidecen cuando las enfrentas a los 105 millones de views que suma en Giphy. Pero mientras utilizar uno de sus GIFs no te va a llevar a su nombre, es imposible no toparte con una de sus ilustraciones sin ver su autoría.
Preguntada por su relación con la plataforma que nos atañe, Daniela nos reconoce que no se había planteado la relación Giphy-autor hasta nuestra entrevista: "Para ser honesta, esta es la primera vez que me cuestiono el tema de la autoría y la verdad es que es bastante triste, ya que no tenía idea de la cantidad de visitas. Solo los subía como un complemento para mis redes sociales".
Porque esos 105 millones de visitas que suman sus GIFs, en cualquier otro site podría haberse convertido en mayor número de followers, más reconocimiento a nivel popular o, directamente, más trabajo cuando eres una "ilustradora freelance" como es el caso de Maldita Pelirroja.
Al contrario que Sanz i Vila, la dibujante chilena conoce en más profundidad los recovecos de Giphy, aunque admite que hay matices que se le escapan aún como los "distintos status" y qué reportan: "He visto es que si eres uno de los creadores con más visitas, tienes más posibilidades de aparecer al inicio de los GIFs en Instagram como 'populares".
Respecto a si Giphy premia de alguna manera la autoría y el uso de tus diseños, Maldita Pelirroja lo desconoce. Aunque haya superado los 100 millones de views, en su caso no ha recibido ningún tipo de notificación nunca: "La única forma de saber cuántas personas lo ven es por la página y creo que solo la ocupo cuando quiero subir nuevo contenido, así que no es muy práctico".
"Somos los Banksy de los GIFs"
Para el último de los testimonios no hemos necesitado intercambiar muchos emails o contactar con ilustradores más allá del muro. Es lo bueno que tiene hablar de tu propia experiencia, en esta caso la colectiva de WATmag como usuario de Giphy y creador de GIFs con la figura representativa de nuestro artista de cabecera.
Ivart (Iván Pineros para sus compañeros en la web) es ilustrador y youtuber. Casi 50 mil followers en Instagram, plataforma también se mueve con nuestro propio perfil, gestionado por él mismo, Irene Sierra, Samuel Oliver y el que firma este artículo.
"No hay absolutamente ningún premio o reconocimiento dentro de la plataforma. Además tampoco hay status ni creadores más famosos o cosas así, ya que no es una plataforma que se base en followers ni nada parecido, todos somos anónimos, miles de personas usan nuestros gifs, pero nadie sabe quienes somos".
La resignación de Ivart, expuesta en la cita de arriba, es compartida por todo el equipo de WATmag. A pesar de que nuestros GIFs, que parten de ilustraciones propias, han sido usados por artistas internacionales como Rosalía o Billie Eilish, nunca hemos recibido ningún tipo de reconocimiento o notificación por parte de Giphy. Nuestras 92 publicaciones han supuesto 156 millones de de views y un anónimo aplauso que solemos recibir por privados de Instagram. Un boca-oreja digital que se valora pero que no te posiciona.
Ver todos los comentarios en https://www.thewatmag.com
VER 0 Comentario