Mucho se discute sobre la figura de la mujer en la ciencia, un cuadro difícil de mirar, pero que muestra una realidad muy tangible y desagradable. Y no hablamos de la ciencia de bata y papers. Uno de los aspectos en auge de la ciencia es su divulgación. Pero, ¿qué pasa con las consumidoras de ciencia? ¿Estamos otra vez ante un mundo predominantemente masculino? YouTube parece decir que sí. Las estadísticas no mienten, y hay quienes están (estamos) preocupados por ello.
Pues sí, hay más hombres que mujeres consumiendo divulgación
Las cifras son más impactantes de lo que pensábamos en un principio. Durante el pasado 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, los números saltaban a la palestra: divulgadores y divulgadoras sacaban a relucir sus datos de audiencia poniendo de manifiesto la mayoría de consumidores, que no consumidoras, entre sus filas de seguidores.
"Actualmente, los porcentajes totales son 65% hombres y 35% mujeres", nos contaba Patri Tezanos, autora de Antroporama y una de las divulgadoras con más seguidores (286 mil) en YouTube. Esto confirmaba las afirmaciones que habíamos oído. Pero lo peor de todo es que el número de mujeres es alto si lo comparamos con otros perfiles.
"93% hombres, 7% mujeres". "92% hombres, 8% de mujeres". Y podríamos seguir... Estos porcentajes corresponden a Dani, de Mientras en Física, y a Martí, de CdeCiencia, dos importantes divulgadores en redes y YouTube. A pesar de la diferencia de número de seguidores, en ambos se presenta un porcentaje de audiencia muy similar y poco halagüeño.
José Luis Crespo, de Quantum Fracture, tiene porcentajes similares, "Y él hace animaciones, no aparece él, explícitamente, en el vídeo", nos comenta Dani, quien nos ha confirmado que está preparando una investigación con la colaboración con la plataforma Scenio en la que quiere analizar cómo afecta el género del youtuber al número de visualización que recibe por parte de hombres y de mujeres.
"Sin embargo", anota, "estas cifras son en canales de física. Recuerdo conversaciones con compañeros youtubers que llevan canales de medicina o biología y las cifras de visualizaciones están bastante más cercanas al 50% hombres 50% mujeres". "Aunque depende del rango de edad donde nos movamos", aclara Patri Tezanos, hablando un poco más sobre sus seguidores.
Clara Grima, una de las divulgadoras con más renombre en España, autora de Mati y sus Matiaventuras, entre otra decena de obras, nos hace un hincapié curioso al respecto: "Sí que te puedo decir que en las charlas que doy en centros de enseñanza e institutos, se nota que las niñas tienen menos interés por la ciencia, las matemáticas y la informática, según percibo, que los niños, a partir de 3ª o 4ª de primaria. Pero es mi impresión, no tengo datos rigurosos".
Por su parte, Lydia Gil, autora de Social Media en Investigación, y una de las activistas más prolíficas en redes sociales sobre paridad, nos explica la situación de las redes de 11deFebrero.org: "No tengo datos globales, pero un proyecto de una temática tan específica como es 11 de febrero tiene una audiencia en Twitter que duplica el número de mujeres por el de hombres".
"Sin embargo", explica "'Mujeres con Ciencia', el blog de referencia en esta área y que roza el millón de visitas, consigue un público paritario". Entonces, está claro, salvo honrosos casos, hay más consumidores masculinos en divulgación. Aunque aparece otro dato interesante: ¿les interesan más a las mujeres el trabajo de las divulgadoras y unos tipos de temática concretos? ¿Es eso lo que muestran estos números?
¿Importa si es hombre o mujer?
A la luz de los datos, pareciera que existe un sesgo relacionado con el autor o autora. En concreto, podríamos pensar que a las mujeres les atrae más un perfil femenino, mientras que no les atrae un hombre a la hora de hacer divulgación (hablando de porcentajes).
"Puede que haya alguna relación entre el género del youtuber y el género de su público, pero hasta donde yo sé no hay ningún estudio que aporte datos", nos comenta Dani, de Mientras en Física. "Pues precisamente tuvimos un pequeño debate en Twitter sobre esto", nos explica Patri Tezanos. "Varios autores y autoras de diferentes canales nos pusimos a compartir nuestras estadísticas y la verdad es que no llegamos a ninguna conclusión. El sexo del youtuber parece tener importancia, pero también los temas de los que se habla".
Estas son las estadísticas de genero de mi canal durante todo un año. ¿Cómo las mejoraríais? #díamujeryniñaenciencia pic.twitter.com/W9JoLAabvr
— Crespo (@QuantumFracture) 11 de febrero de 2019
"Desde mi posición como consumidor", nos explica Martí, "la única respuesta que te puedo dar sin especular, es que sigo tanto a canales llevados por mujeres como por hombres por igual, de divulgación y de otros campos. Pero en mi caso la prioridad es el contenido".
Esto nos deja con la siguiente pregunta: ¿hay una brecha entre las consumidoras y consumidores de divulgación científica "Creo que existe un mayor interés masculino en la divulgación científica disponible", opina con cuidado Tezanos. "Pero esta diferencia parece que se está perdiendo en las nuevas generaciones. Lo que noto en el caso de mi canal es que tengo vídeos que atraen más cantidad de mujeres de lo normal: los ratios de visualización por sexo suelen estar en 70-60% hombres 20-30% mujeres".
"Pero, de repente, hay vídeos que llegan al 50%-50%. Estos suelen ser en los que hablo sobre percepción de la belleza, como el de "la cara perfecta", de relaciones, como el de "por qué nos besamos" o de nuestra propia identidad como "el test de identidad personal vital" y capacidades humanas, como el de la "scopaesthesia. De nuevo", aclara Patri, "mis datos parecen hablar de que hay diferencias de intereses según el sexo, sin más. Si se hiciese más divulgación sobre estos temas, que a mí me parecen interesantísimos, quizás no veríamos menor interés femenino en la divulgación".
Más allá de YouTube hay un mundo de divulgación
De hecho, la divulgación a través de YouTube es relativamente nueva (e increíblemente positiva). Sin embargo, existen muchísimos formatos, autoras, obras... infinidad de productos de consumo en divulgación, al fin y al cabo. ¿Pasa algo similar en todos estos?
"La pregunta es demasiado amplia", nos comenta Dani. "Date cuenta que existen una gran variedad de formatos de divulgación: libros, artículos, hilos de Twitter, vídeos de YouTube, post en Instagram, podcasts... Habría que pararse a analizar cada tipo de formato por separado".
"Diría que la diferencia radica en los temas de interés", comenta Lydia al hablarle de esta diferencia de público. "Al parecer las mujeres consultan mucho más temas relacionados con salud y menos los relacionados con el sector tecnológico. Creo que una de las conclusiones es que reproducimos de la misma forma los sesgos que tenemos del mundo 1.0 que en el mundo digital". Su opinión parece coincidir con lo que nos contaba Patri.
"Existe brecha, sí", continúa, "y los algoritmos, ¿son los culpables? La visión de sus programadores no es plural, ya que solo incluyen un sector de la población. En teoría, la llegada de Internet y las redes sociales democratizaría el acceso a las oportunidades, y en cierta forma lo ha hecho. Sin embargo, es curioso comprobar cómo los techos de cristal del mundo 1.0 se reproducen prácticamente igual en el mundo digital".
"Podría decirte que sí, que pienso que hay una brecha", se explica Dani, "pero esa opinión se basaría solo en mi experiencia personal, y desconozco gran parte de las audiencias de podcasts, libros de divulgación o artículos en blogs y, por lo tanto, sería una opinión con falta de información". Su opinión es compartida por muchas divulgadoras y divulgadores, fuera del mundo de YouTube: la impresión es que sí, que todavía existe una brecha. ¿Pero está justificada? ¿Hay datos suficientes? ¿Por qué se da? Parece que tenemos más incógnitas que respuestas.
"Las mujeres se han venido interesando menos por la física o la mecánica y más por la medicina o la psicología"
Hay un sesgo que sigue sangrando, especialmente cuando repasamos todos estos números. ¿Acaso a las mujeres les interesa menos la ciencia? ¿De verdad todavía hay quien cree que la divulgación científica no suscita el interés femenino? "Desafortunadamente, creo que hay muchas personas que continúan pensando y defendiendo que debe haber preferencias o profesiones según tu género", nos cuenta Lydia.
"Es difícil sacudir toda la herencia cultural que llevamos cargando durante años y evadir los *inputs que recibimos a nivel social", continúa. "Todos y todas tenemos sesgos, algunos son sutiles y otros no tanto. Pese a eso, creo que el horizonte es alentador, ya que cada vez hay más mujeres que manifiestan tener un interés por la ciencia, al menos en las encuestas. Y creo que eso es señal de cambio*".
Patri Tezanos coincide con Lydia: "Creo que sí, que sigue vigente, pero porque creo que hay una estrechez de miras en torno a lo que es la ciencia. Parece que las mujeres se han venido interesando en menor proporción por temas como la física o la mecánica y en más por otros como la medicina, la biología o la psicología".
"Es probable que entre el público general encuentres una buena proporción de mujeres (también de hombres) a las que les hables de física de partículas y prefieran estar haciendo otra cosa", continúa, "pero si les hablas de, por ejemplo, el cerebro, su interés aumenta". Según Patri, a las mujeres les interesa lo que la ciencia les puede contar sobre el mundo y sobre nosotros mismos. "No tengo duda de ello. Quizás el problema está en los divulgadores, que somos reticentes a meternos en ciertos temas no sé muy bien por qué. Necesitamos más diversidad de temas".
"Sí", nos contesta, tajante, Martí, "y obviamente es una de las hipótesis que yo barajo a la hora de explicar la ausencia de mujeres en el canal, en todos los casos, sin que importe la edad o el país. Insisto en que no es que a las mujeres no les gusta la ciencia, esto es rotundamente falso. Y además, no diría ciencias, sino matemáticas, física, ingeniería y quizá química".
"Son estos campos donde vemos más la brecha. Pero si vamos a ciencias de la salud por ejemplo, vemos todo lo contrario. Una desproporción brutal, con porcentajes de hombres en algunas carreras que apenas llegan al 10%. Totalmente invertido. También se ve en YouTube: conozco canales dedicados a este tipo de ciencias con porcentajes de mujeres mucho más altos". "Creo que se sigue pensando que a las mujeres no les interesa la ciencia", responde Dani, "aunque la estadísticas indiquen lo contrario.
"Si subimos en el escalafón universitario y vamos a las estadísticas de doctorados en ciencias, vemos que hay más mujeres que hombres, unos datos que nos dan una idea del interés que tienen por la ciencia. Creo que si decides estudiar una carrera de ciencias y sacarte un doctorado, te tiene que interesar bastante", zanja el físico.
Un combate singular para superar la brecha
Ya solo nos queda una cuestión. Probablemente la más importante de todas: ¿qué podemos hacer? ¿Qué harían nuestros invitados? ¿Qué hace falta para romper con estas ideas sobre la brecha de género existente? ¿Qué, para romper con la propia brecha? "Mostrar referentes vivos y cercanos, no superheroínas o superhéroes", nos cuenta Clara Grima.
"Ser una superheroína da mucha pereza. Yo intento transmitir, en las charlas y eventos, que soy una persona normal, con una vida plena y normal, que se lo pasa pipa aprendiendo y haciendo matemáticas y que cuanto más matemáticas aprendo más quiero aprender", nos cuenta esta exitosa matemática, a quien le debemos uno de los descubrimientos de 2018: los escutoides. "Lo que es, esencialmente, la verdad".
"Ojalá lo supiera", responde Martí. "Por mi parte, sigo dándole vueltas al tema, leyendo y escuchándolas, para tratar de dar con la respuesta y ver si podemos hacer algo para equilibrar estos porcentajes". "El problema creo que está en los temas que tocamos", nos insiste Patri Tezanos, "no en que las mujeres pasen de la ciencia en general. El género tiene un peso en nuestras vidas y condiciona el tipo de preguntas que nos hacemos y buscamos responder en Internet. Si hacemos más divulgación en torno a temas que ganan, por lo general, más interés femenino, los datos obviamente cambian. Ninguna mujer se va a ir espantada de un canal sólo por el hecho de que sea de ciencia".
"Por mi parte, quiero empezar esta investigación sobre cómo afecta el género del youtuber al número de visualizaciones que recibe", concluye Dani. "De momento he elaborado una lista con todos los canales de ciencia en castellano. Ahora solo falta reunir los datos, que están disponibles gracias a YouTube Analytics, pero hay que ir pidiéndoselos personalmente a cada youtuber".
"Hay que seguir trabajando cada día para lograr que se normalice la figura de la mujer en la ciencia en todos los ámbitos: libros de texto, medios de comunicación, figuras de autoridad, etc. Concienciar a la población de que tenemos un grave problema desaprovechando un 50% del talento; educar en la idea que todo funciona mejor cuando el enfoque es plural y diverso; apoyar iniciativas ciudadanas como 11deFebrero.org, que están haciendo un magnífico trabajo, y brindar aportaciones a nivel personal". Pero, para muestra un botón. Y el granito de arena de Lydia se llama #MujeresDivulgadoras. "En mi caso he intentado aportar mi pequeño esfuerzo dándole a la ciencia voz de mujer".