Si algún tipo de Marty McFly nos hubiera dicho en 1995 que en el futuro lo que más lo peta es comunicarnos a través de gifs y emoticonos, le hubiéramos estampado el DeLorean en la cabeza. Piénsalo por un momento. Mientras los gifs no dejan de ser imágenes pixeladas en movimiento, los emojis no son otra cosa que diminutos dibujos que parecen sacado de los cuadernillos Rubio. Pero ahí está la gracia, su simpleza es tan grande que se han convertido en el lenguaje universal.
La insoportable profundidad del emoji
Además de tratarse de un código de comunicación que abarca nacionalidades y generaciones (lo usan hasta los abuelos de Arkansas), los emojis funcionan también como pequeñas obras de arte. No en vano, se trata de atinar con un dibujo un concepto que sea comprendido por cada habitante del planeta. Así fueron surgiendo hasta completar lo más básico y empezar a aderezar su universo con emoticonos de paellas o el último "the pinching had".
Una vez ya establecidos en la integración total del emoji como mecanismo de comunicación, creadores como Ter consiguen rizar el rizo y encontrar ese no sé qué más para que los emoticonos puedan contar historias. De esa búsqueda por la profundidad, la youtuber ha bautizado un nuevo género: el metaemoji.
"Combinación de emojis que signifique más que la suma de sus partes y se pueda escribir en bloc de notas".
Partiendo de una premisa en la que Ter no se permitía la manipulación o edición de los emojis, la arquitecta ha mostrado en su vídeo cómo se puede conseguir un efecto de profundidad de campo a través del uso de simples emoticonos. Es decir, que se puedan percibir en distintos planos en el espacio.
Reinventando la comunicación por Whatsapp
Si miras la colección de emojis que plagan tus aplicaciones, encontrarás una serie de dibujos que tienen otros emojis dentro. Los seleccionados por Ter para enseñarnos a utilizar los metaemojis son los de la tienda de campaña (con un árbol detrás), las tres casitas, el desierto (sol, cactús y lo que parece el Cañón del Colorado) o el del hoyo de golf con la banderita.
De esta manera y sin la necesidad de complicarnos demasiado, el simple hecho de acompañar el emoji de la tienda de campaña con un par más, pueden permitirte mostrar sentimientos como la soledad. Siguiendo el ejemplo práctico de Ter, el uso de estos dos emoticonos te serviría para comunicar en el típico grupo de Whatsapp con amigos que no te apetece salir ese fin de semana.
Otro ejemplo de Ter es el de la recreación de Nuevo México gracias al uso de los iconos de los cactus y el desierto. La sensación de profundidad que transmiten una vez los pones en la misma línea, se acaba convirtiendo en un pequeño capítulo de 'Breaking Bad'.
Sí, es posible que la mente de Ter vaya un poco a mil, pero si seguimos sus ejemplos y comenzamos a jugar con el uso de los emojis y el espacio 3D, podremos tener conversaciones por Whatsapp sin necesidad de caer en la turra de los audios de 5 minutos.
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