La brecha entre YouTube y los creadores no parece menguar. Al contrario. Mientras los youtubers más novatos y los propietarios de canales pequeños o medios luchan por sobrevivir, el star system parece resignarse mientras se aferra a otras vías de monetización e incluso plataformas alternativas. Ambos bandos llevan camino de alcanzar un punto de no retorno que implique la factura definitiva y el éxodo total. Y no será porque no están intentando comunicarse con el site propiedad de Google.
"Hay días que recibes 10 ó 15 emails con reclamaciones por derechos de autor"
El último youtuber en abrir su canal de par en par y mostrar que no es oro todo lo que reluce ha sido Jordi Wild. En un vídeo que ha titulado como guiño a esa frase que anticipa una ruptura, 'YouTube, tenemos que hablar' es lo equivalente a una discusión de pareja, a una denuncia social, a un grito desgarrador y al meme de Pilar Rubio ante los juzgados.
Durante los 22 minutos que dura el vídeo de Jordi Wild, el creador nos sumerge en las profundidades del mundo youtuber. Además de mostrar los emails que recibe de la plataforma, enseña el estado en el que se encuentran sus publicaciones. Los clips monetizados, los que no, los que han recibido alguna reclamación o los que, después de varios años desde su lanzamiento, están recibiendo notificaciones por parte del site ("me están llegando reclamaciones por vídeos de hace 4 ó 5 años").
Gran parte del clip de El Rincón de Giorgio se centra en todo lo relacionado con el copyright. Un asunto recurrente entre los youtubers y que últimanente hemos encontrado ejemplos en el canal del Rubius. El problema que existe cuando los videocreadores dejan de monetizar sus vídeos por el uso de 5 segundos de canción.
"Me parece absurdo, ridículo e injusto que un vídeo que tú has hecho, grabado, pensado, editado y publicado...que es tu esfuerzo, es tu curro y es tu puto trabajo...por poner una puta mierda de segundos te quite toda la monetización, es decir, todo tu sueldo de ese vídeo. Me parece injustísimo"
Como la publicación de Wild no funciona solo a modo de reproche, él mismo aporta una posible solución que ayudaría a mitigar este problema recurrente entre los youtubers: un impuesto o canon que pagarían los videocreadores y que iría a las discográficas. Un reparto que, según propone Jordi, podría ser hasta del 10%.
"Lo que no puede ser es que yo tenga 100 ó 200 vídeos que no voy a cobrar un céntimo porque salen 5 segundos de cancion"
"Los youtubers llevamos quejándonos cuatro o cinco años"
El repaso (en todos los sentidos) de Jordi Wild también apunta a otras direcciones que no dejan de ser conocidas por todos. La desinformación y falta de comunicación con la plataforma (Wild reivindica un mayor apoyo a la comunidad hispanohablante), la inestabilidad a la hora de lo que van a cobrar ("no hay un baremo fijo") y el despiste constante que crea lo random de su algoritmo.
"Estamos cobrando peor que nunca"
Siguiendo el ejemplo expuesto por Giorgio, una publicación que recopilaba todos los gameplays que había realizado del 'Resident Evil 2', recibía la notificación de que no era apto para todos los anunciantes. Sin embargo, cada clip individual sí había recibido el "ok" de YouTube.
Esta inestabilidad y falta de feedback, ha llevado a muchos creadores a mudarse a otras plataformas como Twitch, Playz o Flooxer. Una corriente al alza que no es ajena para Jordi Wild: "Todo el mundo la usa porque es la numero uno y se ha convertido en una tradición, pero no está bien hecha".
Para acabar su publicación, Jordi Wild apunta al último de los puntos de ruptura que han surgido entre plataforma y videocreadores. En WATmag llevamos tiempo hablando de lo poco que YouTube Tendencias representa a la comunidad digital y lo mucho que sí lo hace de todo lo mal que está en la televisión generalista. Clips de 'El Chiringuito', prensa sensacionalista y las últimas entrevistas de David Broncano copan día tras día la página. Lo contrario al trabajo de los youtubers.
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