Con una premisa titulada "The Future is Private", Mark Zuckerberg sentaba las bases de los últimos cambios que Facebook va a llevar hacia adelante. Escándalos como Cambridge Analitica o los problemas derivados del influencer marketing de Instagram han llevado a la empresa a replantearse las cosas.
"No queremos que Instagram sea una competición"
Adam Mosseri, director de la red social, explicó ayer en la conferencia dedicada exclusivamente a Instagram que están estudiando nuevas fórmulas para dar más importancia al contenido que a los números. Si hace apenas seis meses ya habían reducido el tamaño de la fuente que mostraba el número de seguidores, ahora quieren ocultarlos por completo.
Es decir, si en la actualidad vemos que una foto de nuestra feed le ha gustado a "Fulanito, Menganito, tu madre y 52 personas más", con el nuevo escenario que se plantea Instagram pasaríamos a ver que la imagen en cuestión le gusta a "Fulanito, Menganito, tu madre y otros". De esta forma, el "otros" tendría como objetivo dejar en un segundo plano el número de likes versus la actualización del contenido.
De hecho, otro de los cambios que plantean introducir es la instauración de el Modo Creador. Si hasta ahora tan solo había dos opciones de utilizar Instagram (personal o profesional), próximamente entraría una tercera en acción para adaptarse más a la figura del creador de contenido digital.
¿Qué significa para ti un like?
Esta es una de las preguntas que plantea el youtuber y analista digital Philip De Franco a la hora de reflexionar sobre este cambio en la red social. Las consecuencias de este nuevo paradigma replantearían la industria del influencer marketing, donde cualquier marca o sujeto interesado puede ver si tu perfil y número de likes le encajan para ofrecerte una acción comercial. Pero ¿cómo se vería afectado el mundo influencer si los likes pasan a estar ocultos? ¿Qué ocurrirá con todos aquellos perfiles que se mantienen a flote en el mundo del fake gracias a la industria de la compra de likes?
Instagram is going to test hiding your Likes. Some think its going to be great for mental health. Others think it could tank the influencer market. And heres why they aren't the only one thinking of going down this road. Thoughts? pic.twitter.com/nYbmNNnyj4
— Philip DeFranco (@PhillyD) 2 de mayo de 2019
La existencia del like como concepto cuantificable no solo creó la figura del influencer, sino también la del influencer falso que compra interacciones para fingir algo que no es. Llegados a este punto, podríamos decir que de algún modo el hambre por los números en Instagram nos ha hecho alterar el uso que hacemos de la red social.
Conforme fue creciendo la figura del influencer y se asentó la del micro influencer, dejamos de subir fotos de nuestros pies, selfies en la parada del autobús y la entrada de cine de la última película que nos flipó. Poco a poco, Instagram se fue convirtiendo en una red social más impersonal donde lo "real" tomaba forma de stories y lo que hacíamos de cara a la galería pasa a ser parte de la feed. Y, aunque no sabemos si ocultar los likes terminará con la práctica del filtro belleza que os convierte en muñecos de cera, rezamos para que así sea.
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