James Charles anunciando unas vitaminas que son la competencia de su mentora Tati Westbrook no es la mejor de las ideas. En un nuevo capítulo de "en su cabeza era espectacular", la guerra de los beauty vloggers más influencers de Norteamérica ha trascendido de los propios Estados Unidos para ser el tema digital de la semana. Un beef que lo mismo daría para trama de un culebrón que funciona a modo de debate social.
La influencer ya suma 10 millones de suscriptores
Cuando Tati Westbrook publicó su ya famoso vídeo 'Bye sister' donde rompía relaciones con James Charles y ponía el foco mediático sobre el joven influencer, su canal rozaba los seis millones de suscriptores. Por contra, el pupilo al que formó y situó en la primera división de los infuencers americanos (hasta el punto de que acabó maquillando a la Kardashian original) con unas cifras superiores: 16,9 millones.
Tras la publicación del vídeo e iniciado el beef, Westbrook ha visto cómo su canal ha aumentado en cuatro millones de suscriptores, hasta el punto de llegar a la mágica cifra de 10.000.000. En el otro extremo, como ha ocurrido en las elecciones generales con los partidos de la derecha, Charles ha sido testigo mudo y herido ante la pérdida de suscripciones. De los 16,9 originales a los actuales 13,4. Tras unas cuentas rápidas, es obvio que James ha sido el PP y esos casi cuatro millones que ha perdido han pasado a Tati.
Tati Westbrook, que se unió a YouTube a principios del 2011, no alcanzó su primer millón de suscriptores hasta 2016. Un trabajo constante que contemplaba, hasta el pasado mes de enero, la publicación de un tutorial de belleza cada día de la semana. Irónicamente, su buena labor como experta en estilismo e influencer de primera división ha quedado diluida en el momento que se tiró a un tipo de vídeo más relacionado con el salseo.
"La cultura de cancelar a la gente"
Cuando decíamos que lo ocurrido entre James Charles y Tati Westbrook había traspasado fronteras, lo decíamos por publicaciones como las de Melo Moreno. La artista y youtuber, sincera como pocos videocreadores del panorama nacional, se ha salido un poco de su línea editorial en YouTube para manifestar su opinión al respecto. Y lo ha hecho con la aportación de un interesante punto de vista.
Tras los casos de Harvey Weinstein y Kevin Spacey, el mundo puso el foco y el debate en la separación entre vida y obra artística. Dos años después, y cuando la discusión también ha afectado a autores como Woody Allen, la pregunta sigue en el aire y ha sido recogida por Melo. Plasmada su reflexión a través de Twitter y como vídeo de YouTube, la creadora compara las distintas reacciones que han habido entre dos ejemplos colindantes: el propio James Charles y Chris Brown.
En un interesante vídeo-editorial que arranca con un didáctico resumen sobre el beef Tati-James, Melo Moreno reflexiona sobre la diferencia entre los distintos tipos de fandom que existen. Mientras el del influencer, más arraigado en el femenino y el colectivo LGTBI no ha dudado en "cancelarlo", el de Chris Brown (incluyendo artistas como J.Balvin) optan por lo general en excusarse con la separación vida y obra. Aunque parte de esa vida incluya el maltrato machista: "me fascina la capacidad de la gente de justificar a Chris Brown (...) el público de Chris Brown no empatiza con ninguna víctima de nada ni ninguna minoría".
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