¿Y si tu modelo de negocio estuviese basado en vender tu trabajo al precio de una taza de café? ¿Crees que sería una buena idea para darte a conocer o estarías tirando los precios del mercado?
Hola! Soy ilustradore y este es mi ☕️Ko-fi☕️. Si te gusta lo que dibujo y quieres ver más puedes contribuir comprándome un café. ¡Dibujaré un boceto rápido de tu personaje favorito (o de lo que te imagines al momento) a cambio! https://t.co/odGA7FurH6 #prezart pic.twitter.com/IWcY73RRxR
— Queer as a three dollar bill (@_prezart) 28 de enero de 2018
Un ilustrador (aficionado) comparte su trabajo en Ko-fi y le acusan de dañar al gremio
Ko-fi es una herramienta que se vende como una solución para dar a conocer tu trabajo y recibir una pequeña donación a cambio. Así, si eres un escritor de relatos amateur puedes crearte una página y escribir para otros a cambio del simbólico precio de un café (3$).
En el site puedes encontrarte de todo: desde fotógrafos, hasta escritores, pasando por ilustradores. Uno de esos ilustradores que engrosan la base de datos de la app es @_prezart, un programador aficionado a la ilustración que está en Ko-Fi para dar a conocer su trabajo y complementar su sueldo.
Hola! Soy ilustradore y este es mi ☕️Ko-fi☕️. Si te gusta lo que dibujo y quieres ver más puedes contribuir comprándome un café. ¡Dibujaré un boceto rápido de tu personaje favorito (o de lo que te imagines al momento) a cambio! https://t.co/odGA7FurH6 #prezart pic.twitter.com/IWcY73RRxR
— Queer as a three dollar bill (@_prezart) 28 de enero de 2018
Sin embargo, parece que su presencia en Ko-Fi y su posterior promoción en Twitter no ha sentado muy bien a un a pequeña parte del sector de la ilustración que no dudó en señalar que acciones como la suya eran muy perjudiciales para la profesión.
¿El gremio ha tocado fondo?
La precarización del trabajo (y más del artístico) es un mal endémico en nuestra sociedad y, por supuesto, en internet. Por si esto no fuese suficiente, los ilustradores que exponen su trabajo en redes sociales también tienen que lidiar con el apropiamiento de su trabajo sin su consentimiento.
El tuitero e ilustrador @punodraws desempeña un papel activo en la dignificación de la profesión artística y al hilo de la publicación de @_prezart quiso dar su opinión:
Lo que podía haberse convertido en un alegato en contra de plataformas que tiran los precios de los productos artísticos se acabó convirtiendo en un combate de boxeo retransmitido en publicaciones de 260 caracteres y que terminó con otro hilo en forma de réplica.
Últimas palabras sobre el tema. Silencio el Tweet porque no voy a entrar en discusiones y menos por aquí. Pero si ellos escupen, nosotros también. ¡Ánimo! pic.twitter.com/cUArldcK8T
¿Por qué todo se reduce al debate millennials VS pollas viejas?
@_prezart ha conseguido hasta ahora 195 dólares por dibujar 65 bocetos a demanda. Al igual que él, otros muchos ilustradores presentes en la plataforma pintan por el irrisorio precio de 3$.
En lugar de tomar este hecho como punto de partida para debatir sobre la precarización de la profesión y las nuevas plataformas de venta, ambos tuiteros y sus seguidores se lo llevaron al terreno personal y (¡cómo no!) hubo quién lo enfocó como un problema de egocentrismo millennial.
Quien me conozca sabrá que siempre he abogado por el trabajo justo para les ilustradores. El Kofi lo he creado por mis circunstancias personales, para complementar mi ridículo sueldo y forzarme a seguir practicando. Deleznable es culpabilizar a quien lo hace y no al sistema.
— Queer as a three dollar bill (@_prezart) 28 de enero de 2018
Resulta especialmente contradictorio ver como los ilustradores se tiran piedras entre sí y critican la política de precios de unos y otros, pero no ponen el foco íntegramente en la plataforma en sí. Si por recibir donaciones a través de una página como Ko-Fi se lía semejante discusión ¿qué ocurriría si saliesen a la palestra los ilustradores que exponen su trabajo en redes sociales con el único objetivo de obtener feedback y no dinero?
Esto lo hago para practicar y porque me da la gana. Y ya que subo mis bocetillos gratis a internet he pensado que era una ideaza pedir una donación (no tienen derechos sobre mi trabajo de ningún tipo) y permitirles participar de mi proceso creativo. Pero juzgar está bien, eh?
— Queer as a three dollar bill (@_prezart) 28 de enero de 2018