He vivido con más intensidad el #YTBattleYoyale que el Argentina-La Conchinchina

Después del primer YTBattleRoyale obviamente nos habíamos quedado con ganas de más. De modo que el Gamergy acogió la segunda edición juntando a 100 youtubers de forma presencial para realizar un auténtico espectáculo como no se ha visto en mucho tiempo en Youtube.

Y así fue cómo el 22 de Junio de 2018 nadie se ha quedado indiferente ante el hecho histórico que protagonizaron Salvador Raya y Lolito.

No sólo eso, sino batieron récords de audiencia: más de 10 millones de visitas en Youtube, 3,8 millones de espectadores únicos, un pico máximo de 725.000 personas en directo.

Después de 5 horas de partidas de Fornite, parecía que la última no tenía nada que ofrecer, aparte de todos los momentazos que se vivieron, desde la botellona montada entre Mister Jagger, Loulogio, Forfast y Dayo hasta jugadas maestras por parte de Lolito.

En la última partida de la jornada el reto era dirigirse todos a Pisos Picados y realizar una matanza final, pero en un giro inesperado Salvador Raya, como el héroe que es, va a su bola y juega por el mero hecho de disfrutar jugando.

Y entonces ocurre.

Personalmente no soy muy seguidora del Fornite ni de eventos del estilo, pero gracias a Dios que no me perdí este momento. Por un momento entendí a la gente que ve fútbol y se pone a gritar en el sofá, de puro júbilo por la magia que acababa de pasar.

Si sois seguidores de largo de Youtube, de aquella época dorada de Salvador Raya, no os será difícil entender nuestra alegría desmesurada. Seguramente Salvador sea el ser más puro y de luz que hayamos conocido, ajeno a polémicas, creando vídeos por puro entretenimiento y disfrute. Un ser inocente.

Ni todas las rencillas y las polémicas de los últimos días han conseguido matar el buen rollo y el sentimiento de unión creado por Salvador Raya.

Es bonito que ver que a pesar de que, cosa inevitable, de los problemas que puedan surgir dentro de la comunidad, en momentos así se dejan totalmente de lado para unirse y crear algo realmente bello, algo que todos estábamos deseando: que Salvador Raya haga historia.