Lo llamaron 'La Resistencia', pero podrían haber elegido 'La invasión'. Porque eso es el late late night de David Broncano en Cero, un desfile imparable de youtubers o gamers. Lo que se sembró en su primera temporada (Mangel, Ter, Loulogio, Outconsumer, Lolito, Jordi ENP, Ibai...) sigue teniendo continuidad en este nuevo curso. Los creadores de contenido digital siguen con su conquista en Movistar Plus. A lo jíbiri, pero conquista. Y el último en sumarse ha sido Carlos Ocelote.
"Tras 9 años jugando profesionalmente, invertí mi dinero y aprendí a hostias"
"La profesión de nuestro siguiente invitado en tiempos de Góngora no existía. Como los primeros que trabajaron con esclavos. Como quien inventó la asfixia sexual. Son pioneros".
Tras el chistecito universal para situar al espectador más despistado, entró en plató Carlos Ocelote. Presentado por David Broncano como "el Florentino Pérez de los videojuegos", uno de los mejores jugadores de eSports iba a ser entrevistado en el programa trasversal más de moda. Porque 'La Resistencia' sigue esta temporada en la vanguardia millennial, dando visibilidad mainstream a las nuevas profesiones digitales.
Para seguir derribando clichés, la entrevista a Ocelote significó "un pequeño paso para el gamer pero un gran paso para la humanidad". Uno de los mejores jugadores de eSports contó su progresión laboral. De comenzar de adolescente a jugar profesionalmente y ganar, por primera vez, 2.000 dólares con 15 años, al momento de lanzarse a la piscina con menos de 25 años y crear su propia empresa. El resultado, sabido tras la famosa pregunta de Broncano, un patrimonio que lo sitúa entre Gaizka Mendieta y Antonio Resines (si ves el programa, haz tú los cálculos).
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— La Resistencia en Movistar+ (@LaResistencia) 10 de octubre de 2018
EL TOP 3 DE FORRAOS
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🥇Mendieta
🥈Ocelote
💩Resines https://t.co/y31TMATpC9
Eso fue lo más interesante de la entrevista a Ocelote. No el dinero, si no la visión empresarial de un gamer que había comenzado con 14 años en los eSports, pero que tuvo la madurez emocional como para preguntarse "¿qué voy a hacer cuando no sea bueno con esto?". En el caso de Carlos Ocelote, invertir toda la pasta que había ganado en montar su propia empresa, G2 Sports. Un mensaje no intencionado pero que puede convertirse en lección para los señoros que siguen menospreciando a los que se dedican a las nuevas profesiones digitales.