La MET gala no solo es una cita que todo amante de la moda y el espectáculo deba apuntarse en la agenda, sino también una fuente de inspiración en lo que a la creación de contenido se refiere. Si el año pasado ya flipamos con el filme que hizo Vogue con las asistentes del evento, este año la misma directora ha vuelto a hacerlo.
Cuando tu perfil de Instagram es tu mejor carta de presentación
Bardia Zeinali es una realizadora americana vinculada al mundo de la moda. Acostumbrada a trabajar con la versión estadounidense de Vogue se encarga de los fashion films de la revista de Conde Nast y, desde 2018, también de la pieza audiovisual que rinde homenaje a la MET gala. Es algo así como Inés de León pero en el reverso americano.
'Camp!: the movie' es mucho más que un vídeo homenaje al evento más importante de la moda, es una obra maestra que explica todo lo que las invitadas no supieron trasladar con su dresscode. La etiqueta que se pedía en esta ocasión era "camp" y esto hace referencia a la espectacularidad, a la parodia y la teatralidad que debía estar presente en la alfombra roja.
Pero, como siempre sucede en la MET gala, hubo quienes sí se tomaron la petición en serio y fueron a jugar, mientras que otros se dedicaron a aburrirnos y no contribuir lo más mínimo a la producción de memes. Y, como es obvio, los más atrevidos son los que han tenido el placer de protagonizar el vídeo de Zeinalli.
Sin embargo Zeinali no ha estado siempre tan solicitada. Hace tan solo dos años la realizadora no gozaba del prestigio profesional que hoy tiene y se esforzaba por hacer visible su talento a través de Instagram. El estilo que mezcla lo underground con la música y que está tan presente en la estética de 'Camp!: the movie' ya lo veíamos en algunos de sus primeros vídeos.
Lo mismo tiene a Nicole Richie y Paris Hilton como musas que trolean a Donald Trump
que crucifica a la Barbie
o le dedica una oda a la batamanta
Pero si hay dos elementos que la diferencian como creadora esos son: su versatilidad y capacidad para arriesgar. Por ejemplo, la campaña que dirigió para Alexander MacQueen refleja precisamente ese riesgo y el videoclip de Troye Sivan y Ariana Grande la posibilidad de amoldarse a un discurso visual más plano, pero sin perder tu esencia.