"Dibujo mujeres y sus demonios". Esta frase, la biografía en Twitter de Polly Nor, podría estar haciendo mención a los típicos miedos interiores que tienen las personas: inseguridades, fobias, traumas o incluso problemas psicológicos como tocs. Pero no. Es una cita literal que resume a la perfección en qué consisten sus viñetas. Porque Nor dibuja mujeres y sus demonios, pero estos últimos no son ninguna metáfora visual. Somos nosotros, los hombres. Los que las matamos y los que no.
Los hombres que no amaban a las mujeres
Desde que en 2003 se empezaron a contabilizar los datos sobre violencia machista, en España se han contabilizado 972 mujeres asesinadas a manos de hombres. Estas cifras, datadas el día 24 de noviembre, están tristemente en constante aumento. No solo porque aún hay investigaciones policiales que podrían incrementar el número, sino porque cada semana siguen ocurriendo casos como el de Laura Luelmo.
Esta plaga no es exclusiva del siglo XXI pero solo ahora parece haber concienciado al segmento de la población que nunca podrá ponerse en la piel de las víctimas: los hombres. Desde el menor de los micromachismos al maltratador, nos hemos convertido en demonios y verdugos de los seres que más nos quieren. Los que no dieron la vida.
Estos demonios son los que utiliza Polly Nor en sus ilustraciones. Una figura que podría resultar retórica, pero que se convierte en literal cada vez que leemos un nuevo caso de mujer asesinada por violencia machista. Nor dibuja los comportamientos machistas más comunes que se producen en las relaciones sentimentales y lo hace retratando a los hombres con la imagen del seres diabólicos.
Dibujos feístas para condenar el machismo
Si los demonios que dibuja Polly Nor ya producen algo de repulsión per se, el estilo de la ilustradora sigue una corriente cercana al feísmo y al cómic underground que surgió en la década de los setenta. Aunque la línea es limpia, Nor la acaba ensuciando con los propios diablos y el atrezzo que impregna a las viñetas: tampones y condones usados, basura, residuos o excrementos. Una manera de asociar, aún más, el machismo y sus conductas con lo tóxico.
Polly Nor acompaña cada ilustración con pequeños copys que funcionan como las típicas disculpas que las mujeres víctimas de relaciones tóxicas y conductas machistas suelen utilizar. "Cuando está bien, es genial", "no lo conoces como yo", "es solo una amiga", "nunca más" o "solo necesita un poco de espacio". Pequeñas reflexiones interiores que siempre esconden la verdad y que provocan más daño en las parejas.
Estas viñetas que también retratan inseguridades femeninas más alejadas de la influencia machista, se transformaron en un videoclip de Chelou. Este artista londinense no dudó en contar con Polly Nor como directora artística para el cip de 'Halfway to Nowhere'. Una línea y estética similar a otras bandas musicales como Concorde, que tiraron de creadores como Jonny Negron en vídeos como el de la canción 'Sons'.
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