Si visitabas Youtube cuando todavía era todo campo seguramente te sonarán todo tipo de vídeos animados que parodiaban de la forma más creativa la cultura del momento: desde las parodias a los videojuegos de Egoraptor a las canciones sobre Skyrim de Harry Patridge. Pero Youtube, con la misma efusividad que los abrazó hace diez años, los dejó ir con su cambio de algoritmo.
Por unos años parecía que la animación había muerto para siempre en la plataforma, hasta que ha llegado la segunda generación de animadores que le han vuelto a dar vida. Aunque no de la misma manera que lo hicieron sus antecesores, porque aprendieron a jugar con las mismas reglas de Youtube.
Los animadores, el pueblo hebreo de Internet que emigra constantemente
Diez años antes de que naciera Youtube, en 1995 existía un site donde todos los animadores y creadores de minijuegos podían exponer sus obras: Newgrounds. Era un site online que goza de mucho prestigio incluso a día de hoy, que nació con la idea de que este perfil de usuario pudiera publicar sus obras. Debido a la naturaleza de los archivos, flash, no existía ninguna plataforma que pudiera soportar ese formato hasta que llegó Newgrounds.
Nació una comunidad entera en torno a la plataforma y animadores como Egoraptor y Harry Patridge acumulaban seguidores, siendo una especie de Youtube, pero mucho más democrático, donde los propios usuarios votaban lo que debía aparecer en la página principal (parecido al sistema de Menéame).
En 2005 nace Youtube y en poco tiempo está en boca de todos. A diferencia de Newgrounds, con un público mucho más segmentado y específico, Youtube se abría paso como una plataforma generalista al gran público. Y la clave fue en 2006 cuando la compañía fue comprada por Google, e incorporó la monetización.
Newgrounds no tenía ningún sistema de incorporación de publicidad en la que los creadores pudieran ganar dinero. La única existente era la publicidad usual de banners, de la que solo se lucraban los fundadores del site. Los animadores, a medida que pasaban de ser adolescentes a adultos, querían poder ganar dinero con su trabajo y comenzó la primera gran migración de animadores, de Newground a Youtube.
En aquel entonces en Youtube no había reglas, algoritmos o el temido símbolo amarillo del dólar de la monetización. Era el entorno ideal para que los animadores desplegaran toda su artillería imaginaria sin ningún tipo de filtro.
Nacieron series como Leo y Satan de Oney, o Charlie the Unicron de FilmCow, que despertaron una gran oleada de fans, que más que girar en torno a la figura del creador, era alrededor de la obra.
Con los años, la repercusión que tenían y la cantidad de visitas le permitían a los animadores continuar haciendo vídeos y expandiendo su mundo. Cada vídeo podía acumular más de 30 millones de visitas, para hacerse una idea la misma cantidad de visitas que los vídeos más populares de El Rubius. Pero la época dorada no duró mucho, pues fue crucificada como muchas cosas lo son en Youtube, por el algoritmo.
No me importa cuánta gente vea tu vídeo, me importa cuánto tiempo se quedan a verlo
El precio de ser animador en Youtube era claro: muchas horas de trabajo para tener un resultado increíble, pero que solo dura unos pocos minutos. La pasión por la animación era el ingrediente principal para darle caña a la maquinaria. Siempre y cuando Youtube siguiera permitiendo ganar suficiente dinero para poder pagar tus necesidades básicas a cambio de dedicar todo tu tiempo para la creación de maravillas como la canción de Skyrim.
Si uno no está muy adentrado en el mundo de la animación quizás le cueste visualizar todo el esfuerzo que requiere realizar una animación. Dependiendo de la complicación puede llevar entre semanas o meses. Y todo para un vídeo de, quizás, 2 minutos.
Alrededor de 2014 Youtube decidió cambiar su modo de monetización. En principio recibías ingresos por cada visita a tu vídeo, lo cual salía muy a cuenta para los animadores que podían acumular millones de visitas aunque subieran poco contenido. Al ser un contenido de mucha calidad, entretenido y divertido, era fácil que se compartiera y se viralizara. Pero Youtube cambió ese sistema: por un lado, puso la regla de que el vídeo debía durar mínimo 1 minuto para ser monetizado (y muchas animaciones no llegaban a ese tiempo siquiera) y comenzó a pagar a los creadores según el tiempo que el espectador pasara viendo el vídeo. Y ese es el sistema que continúa a día de hoy.
Se entiende mejor con un ejemplo: si un creador sube un vídeo que dura 10 minutos, a lo largo de esos 10 minutos puedes poner varios anuncios a lo largo del mismo en formato pre-roll (anuncios que aparecen antes del inicio del vídeo), mid-roll (anuncios que salen durante el vídeo) y post-roll (anuncios que salen al acabar el vídeo). Y si consigues que el espectador se quede esos 10 minutos viendo el vídeo y consumiendo los anuncios, las ganancias son muchísimo mayores respecto a un vídeo de 1 minuto, en el que apenas da tiempo a enseñar un anuncio. El sistema cambió la monetización en vez de click por visita por la retención de audiencia. Y los animadores eran profesionales en acumular visitas, pero debida a la naturaleza del formato no a retenerlos durante mucho tiempo.
No siendo lo único, los vídeos que el algoritmo promocionaba en la página principal y las sugerencias eran los vídeos más largos y que retuvieran más tiempo al público. Por lo que no solo se quitó una gran parte de los ingresos a los animadores, sino que también visibilidad. En unos meses se pudo ver cómo sus visitas decaían porque Youtube no los posicionaba como lo hacía antaño.
Después de alrededor unos 6 años de una época bellísima de animadores tuvieron que hacer su segunda migración, pero esta vez a cosas más allá de la animación.
Egoraptor Y Oney se pasaron al mundo de los gameplays, con GameGrumps y OneyPlay, mientras otros consiguieron sobrevivir como FilmCow con el apoyo de su patreon. Psychicpebbles, por ejemplo, se dedicó durante un tiempo a hacer encargos de ilustraciones eróticas. Pero de lo que no había duda es que el mundo de la animación de Youtube nunca volvería a ser tan jugoso y variado como antes. Porque, sorpresa, los animadores también necesitan comer.
Domics, Jaiden y Alex Meyers, cuando la animación volvió a Youtube pero no como esperábamos
Después de una sequía respecto a este contenido en Youtube otra generación de animadores vinieron a recoger el relevo. Quedando patente que una animación con mucho movimiento, mucho dibujo y mucha elaboración detrás no tiene futuro en la plataforma, los que vinieron decidieron hacer una mezcla de formatos. Hasta la fecha, se conoce como pionero a Domics como creador del vlog animado.
Con una animación menos elaborada y con un contenido más ligero como es un vlog, la mezcla fue la clave del éxito para que la animación volviera a Youtube. El caso de Domics fueron las historias sobre sus rupturas amorosas en forma de animación: con vídeos entre 5 y 9 minutos conseguía cautivar al público a escuchar su historia hasta al final, y además en formato animado.
A este le siguieron otros creadores replicando el formato: JaidenAnimations, Tabbes, TheOdd1sOut, CypherDen o Let Me Explain Studios. No se parece en lo más mínimo a los antecesores, pero lo que no se podía negar es que habían encontrado el equilibrio perfecto para incorporarse al mundo de Youtube.
Hasta el punto de que aparecieron en el último Youtube Rewind de 2017, mostrando que la plataforma, por primera vez en toda historia, les está teniendo en cuenta de forma real. Y esto tiene bastante sentido respecto a sus antecesores. Oney, Egoraptor y otros, no eran un contenido family friendly precisamente. Satán teniendo aventuras con un niño, Justin Bieber viviendo historias perturbadoras, Skyrim en su versión más violenta y llena de chistes de connotación sexual... Era el Youtube que queríamos, pero no el que Youtube necesitaba.
Los nuevos animadores tienen un tono amable, inocente y apaciguado, sin salidas de tono y sin arriesgarse. Por lo que podría tenerse como otro punto en cuenta de porque estos nuevos animadores están arrasando en la plataforma.
Si eres de los míos, quizás esto no te parezca precisamente la salvación de la animación de Youtube. Pero todavía hay un rayito de esperanza.
Ahora bien, los que de verdad salvan la animación en Youtube: Narmak y Malec
Cuando había perdido toda la esperanza de que los animadores volvieran a desplegar todo su potencial para crear un HEAVY INTERNET CONTENT, apareció Narmak con su vídeo de la versión anime de Bob Esponja.
No dejándose amedrentar por sus antecesores, nuevos animadores han aparecido en el panorama youtuberil desde el año pasado. A Narmak solo le hizo falta un vídeo con éxito, que es el caso del vídeo de arriba, para abrirse un Patreon y que la gente le apoyara para continuar creando estas maravillas.
Al funcionar este formato de "traducción al anime", no tardó mucho en aparecer también Malec con su versión de Rick and Morty.
Al cambiar de generación, veo natural que también se cambie de estilo o de forma narrativa en los vídeos, como este caso la parodia anime, al ser algo creciente en los últimos años. En cualquier caso, la frase "adaptarse o morir" encaja perfectamente en esta historia. Y muchos de los animadores que hemos hablado, lejos de quedarse estancados en su trayectoria profesional, la realidad es que sí que han muerto en Youtube, más que nada porque no es la plataforma indicada para ellos, o al menos, en la forma que lo hacían.
Y en este ámbito de Youtube está pasando igual que en otros terrenos: muchos youtubers "antiguos" acaban perdiendo relevancia o siendo sustituidos por youtubers más jóvenes, que se han criado con la plataforma literalmente, y no siendo algo nuevo como para sus antecesores. Tienen mejor interiorizados sus mecanismos y formatos, y se adaptan mejor. En este caso los animadores de la nueva generación ha pasado igual: han transformado su propio formato para que sea algo relevante dentro de la plataforma.
A partir de aquí lo único que nos queda es esperar a ver con qué nos sorprenderán los nuevos animadores en sus siguientes pasos. Y quizás el apogeo de la animación no vuelva como lo recordábamos, pero si qué está volviendo en otro formato totalmente renovado.