15 hábitos que no existían antes de la llegada de internet

15 hábitos que no existían antes de la llegada de internet
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Lo que comenzó siendo una idea para intercambiar información entre varios ordenadores se ha convertido en el mayor fenómeno del siglo XXI. Internet ha cambiado radicalmente nuestras vidas y, sobre todo, en los últimos diez años. Con el objetivo de rendir homenaje al trabajo de Tim Berners-Lee, el creador de la World Wide Web, vamos a enumerar todas esas cosas que hoy hacemos y que hace 15 años ni imaginábamos.

1. Hablamos solos por la calle

La necesidad de comunicarnos constantemente y de responder de forma inmediata nos llevan a grabar audios con los auriculares puestos mientras volvemos de la compra. Y eso es muy raro porque, a ojos de los jubilados que pasean por las calles, estás hablando solo.

2. Consumimos la vida cotidiana de personas que ni siquiera conocemos

Sabes a qué hora desayuna Dulceida (si ella quiere mostrarlo, claro) y dónde cena Paula Gonu. Este stalkeo que hoy forma parte de nuestra vida, antes era la prensa rosa que se leía en peluquerías.

3. La televisión lineal se reserva para acontecimientos como Eurovisión

Eso de encender la televisión y adaptar tus gustos a la oferta hace tiempo que pasó a mejor vida. Netflix, HBO o Movistar incrementan nuestra factura de gastos fijos pero nos hacen creer que somos dueños de nuestro tiempo de ocio.

4. Ligamos a través de una pantalla

Porque ¿para qué moverse y conocer a alguien en una fiesta?

5. Somos más fanáticos y haters que nunca

El punto medio es un concepto que ha quedado relegado a las matemáticas y las rectas. Ahora o te gusta 'Juego de Tronos' o lo odias. Te gusta Rosalía o se te atraganta. Y así con todo.

6. La Wikipedia se ha convertido en el jaque mate de cualquier discusión

Los debates se zanjan googleando la duda que ha incentivado la disparidad de opiniones y dando un minipunto a aquel cuya certeza aparece en la Wikipedia.

7. Nos comunicamos a través de memes y gifs de gatetes tecleando un ordenador

¿Para qué explicar la muerte de alguien con palabras si puedes utilizar el meme de Video Kill The Radiostar?

8. Resumimos nuestros pensamientos en 280 caracteres y los compartimos públicamente

Twitter es esa plaza del pueblo donde diariamente se reúnen los políticos, los famosos y la gente que trabaja en casa.

9. Somos más impacientes e insaciables

No podemos esperar a los estrenos de Netflix de abril aunque ni siquiera hayamos mostrado interés por los de marzo.

10. Identificamos como necesidades cosas que ni siquiera hemos probado

Si las influencers se limpian la cara con una maquinita de silicona, tú quieres hacerlo. Y, aunque obviamente el marketing y la publicidad llevan más de 50 años entre nosotros, nunca antes impactaban de forma tan compulsiva como ahora.

11. Consumimos música y vídeo como si fuese oxígeno

Con una media de tres canciones de reggaeton nuevas cada día, la industria de la música nos educa para que escuchemos en bucle durante semanas una canción y después la olvidemos para siempre.

12. Hablamos más, pero nos vemos menos

Ver los stories de tus amigos diariamente y enviarte varios audios a la semana, suple en ocasiones la necesidad de sentarte a tomar una cerveza.

13. Jugamos a la Play con más gente de la que cabe en el salón

Quién nos lo iba a decir cuando intercambiábamos pokemons con un cable.

14. Tenemos la necesidad de generar contenido con nuestra propia vida

Somos lo que comemos y hacemos lo que vemos. La tendencia que compartir nuestra vida personal ha llevado a que lo mismo subas unos stories sobre el programa que estás viendo que compartas momentos familiares que deberían quedarse en el ámbito de lo personal.

15. Estamos disponibles 24/7/365

Y, por lo tanto, vivíamos mentalmente más en paz. Lo normal era estar desconectado del plano virtual y vivir centrado en terrenal. Ahora, tomamos un café con un amigo mientras hablamos con otro por Whatsapp y compramos una entrada para un concierto.

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