En las franquicias cinematográficas actuales, personajes de distintas obras audiovisuales y literarias (el cómic lo es, ¿no?) se cruzan con tanta naturalidad como la que tienes tú cuando vas a un festival de música con amigos de distintos grupos. Estos crossovers dan pie a un sin fin de referencias y a un número infinito de posibilidades creativas. Siguiendo una estela muy similar, la nostalgia está a una generación más de convertirse en otro universo expandido donde los babyboomers, los X, los millennials y los Z queden presos de su correspondientes efectos remember.
Si aún nos dan la turra con 'Ochéntame' y el "ay, qué libres y creativos éramos en la Movida", imagina qué película de Marvel podría salir en 2019. Porque los millennials hemos llegado a nuestra propia nostalgia. Tanto los proto-millennials como los de la última generación, estamos en el punto perfecto de la adultez donde echamos de menos los videoclips de Estopa o la primera Britney Spears. Los más añejos añoran alquilar películas en el videoclub y los más recientes escuchar música en el iPod.
Fruto de esta nostalgia millennial que hemos alcanzado, gigantes como Netflix tomaron nota y lanzaron series como 'Everything sucks!', el reversito noventero de 'Stranger things'. Aunque el experimento falló (estamos aún en el momento en el que echamos de menos pero nadie tiene la mirada perfecta para llegar al punto generacional necesario), que otras obras como 'Friends' sigan siendo lo más reproducido de la plataforma, dice mucho de nuestra generación.
Mientras, a base de challenges, esperamos a esa gran obra que relate cómo fue tener tu adolescencia en un punto indeterminado entre finales de los 90 y la primera mitad de los 2000, nos queda internet para recordarnos todas las efemérides que aporten la dosis perfecta de nostalgia. Hasta ese momento, podremos seguir entrando a YouTube o Twitter para ver que ya hace 10 años del estreno de '(500) Days of Summer' (la película que puso final a nuestro yo adolescente), 18 de la primera entrega cinéfila de 'Harry Potter' o 15 de la moda de los pantalones acampanados.
Retroinformática, la última moda nostálgica
Igual que en Marvel (o cualquier tipo de franquicia del palo) tienes personajes para todos los gustos y sensibilidades, con la nostalgia ya nos pasa lo mismo. Habrá quién no haya escuchado mucha música en su vida (ni siquiera en los 90 y los 2000), pero sí haya sido el mayor fan de los videojuegos. Si aún no te has preguntado el por qué del reborn de ciertas consolas noventeras o la Play Station Classic, en los millennials tienes las respuestas.
Desde aquellos que retornan a la infancia con todos esos juegos que tiraban de sonidos en 8 bits al que reclama por un remaster de clásicos recientes como los míticos 'Tony Hawk' o el 'Crash' (iconos de la generación).
Pero como no es gamer todo lo que suspira, otra tendencia es la de recordar (incluso echar de menos) las primeras webs como Terra (se llamaban portales), chats o redes sociales, donde Messenger, Myspace y Fotolog (cualquiera de estas tres podrían poner nombre a nuestra generación) se llevan la palma de la nostalgia. Incluso hay gente que tira tan hacía atrás que echa de menos el teletexto, una herramienta que, lo creas o no, sigue existiendo.
Si a cada día que pasa se lo añadimos al saco remember, la tecnología consigue que ya se eche la vista atrás cuando hablamos de sites como Netflix o YouTube. ¡YouTube! La plataforma que lo ha cambiado todo nació en 2005, pero a nivel creativo estamos prácticamente en su edad de piedra. Aún así, hasta los propios youtubers se ponen tiernos al pensar cómo era cuando ellos aterrizaron. Así lo contó Jordi Wild en una reciente publicación.
El cine, porque todos los días se cumplen los 10, 15 ó 20 años de un estreno
El cine per se no necesita de generaciones concretas para provocar un halo de nostalgia. Al fin y al cabo son obras audiovisuales de calado universal y que apelan directamente a los sentimientos de las personas. Pero donde sí entran en juego las diferentes generaciones es en la reivindicación de ciertas películas. Las banderas en forma de film que 'Reality Bites' o 'Dazed and confused' representaron para los X, se convierten en 'Chicas malas', '(500) Days of Summer', 'Drive', la saga 'Harry Potter' o todo Pixar cuando hablamos de los millennials.
Con la filmografía de Quentin Tarantino como puente entre los X y nosotros, es a partir de la segunda década de los años 90 cuando los millennials empezamos a ser retratados por el cine (de 'Kids y 'American Pie' a 'La red social' o 'Begin again'). Pero además, es justo en esa fecha cuando entró en juego el sentimiento nostálgico que a día de hoy impregnamos a ciertos estrenos. Los 20 años de 'Scream', 'Titanic' o 'Trainspotting' ya pasaron y eso nos hace sentir mayores.
Esta nostalgia cinéfila está representada por diferentes manifestaciones. Desde cuentas de Instagram o Twitter que recogen cada efeméride que nos provoca un sentimiento de ternura a podcasts como el de 'La sexta nominada', donde Juan Sanguino y Daniel Mantilla han llegado a realizar especiales de más de cuatro horas de duración donde repasan antiguas galas de los Oscas noventeras o incluso de los 2000.
Reivindicamos a la generación que se despertaba los sábados con 'Música sí'
Si el cine ya te crea nostalgia, ten cuidado porque entramos en el terreno más tóxico. Porque si hay algo peor que una película para ponerte melancólico, es la música. La fuerza de una canción (suena a disco de Alejandro Sanz) es superior a cualquier otro input remember y nada mejor que soltar nombres que te acompañaron en tu infancia o adolescencia. Desde el nacimiento del britpop (con el 'Wonderwall' como bandera mainstream) al boom del indie español en 2008 (Love of Lesbian, Lori Meyers, Zahara o Vetusta Morla), pasando por el propio Sanz y su 'Más', el primer disco de Estopa, el 'Devil came to me' de Dover, El canto del loco, el new metal de Linkin Park, Britney Spears o la primera generación de triunfitos.
Si hay algo común que tienen todas esas bandas y músicos es que pasaron por 'Del 40 al 1', los conciertos o esa rave mañanera de TVE que se titulaba 'Música sí'. Donde lo mismo Safri Duo te despertaba con sus tambores o la Shakira de transición que aún mutaba entre la que se parecía a Alannis y la irreconocible autora que es hoy en día. Todos pasaban por estos añorados programas que ahora son reivindicados en la televisión por 'Cachitos', un espacio actual totalmente millennial.
De los pantalones de botones a los acampanados, estas fueron las modas que nos hicieron crecer
Hacer trabajos basados en un copy/paste de la Encarta o la web de 'El rincón del vago'. Comunicarte con alguien a base de llamadas pérdidas (un código secreto que servía tanto para decir "estoy pensando en ti" a un "¿bajas?"). Poner en el estado de Messenger eso de "No disponible" para filtrar las conversaciones. Las mechas de Valle en 'Compañeros'. Todos los cambios de look de Rachel en 'Friends' que marcaban tendencia.
Y hablando de looks, nada como ver las galas de 'OT1' para recordar la ropa que llevábamos en a principios de los 2000. Del típico chándal yonki y los pantalones de botones en los 90, a la proliferación del pantalón acampanado, las camisas arrugadas y las camisetas estampadas. Un horror que, sin embargo, echamos de menos. Como todo lo anteriormente relatado. Por algo somos millennials y no fuimos a la EGB.
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