El pasado viernes 12 de octubre Wismichu estrenaba su ópera prima en el festival de cine de Sitges. Pero, la película no resultó una película al uso, sino un gag reproducido en bucle durante más de una hora con el objetivo de grabar las reacciones de los espectadores que estaban asistiendo al rodaje de un documental. ¿Su particular I´m still here jugando a ser Joaquin Phoenix? ¿Una adaptación del mito de la caverna en el mundo de los creadores digitales? ¿Reírse de la industria cinéfila como apunta la masa crítica?
"Vosotros sois mi película" es la respuesta de Wismichu
Según las experiencias que pueden leerse en Twitter, la mayor parte de los espectadores de Bocadillo eran fanáticos del youtuber que, en algunos casos, se habían hecho varias horas de viaje para presenciar el estreno de su ídolo.
Lo que comenzó con una botella de champán y un "viva el cine" por parte de Wismichu, terminó con abucheos y gritos que decían "devuélveme mi dinero". El teatro se había terminado y las caretas de todos estaban al descubierto: Bocadillo no cumplía con las expectativas prometidas después de varias semanas de promoción y anuncios.
“Wismichu cabrón, devuélveme el dinero”
— Elikachu (@Eliikachu) 12 de octubre de 2018
No para de resonar en el cine de el retiro, yo me mofo con todo esto JAJAJAJA#bocadillo #wismichu @wismichu pic.twitter.com/fo1OTgK1cJ
El fandom está muy polarizado: le aman o le odian
Según cuenta Rush Smith en el vídeo donde analiza toda la polémica en torno a 'Bocadillo' los asistentes a la proyección fueron advertidos de que en el interior de la sala iba a tener lugar el rodaje de un documental. Por lo tanto, todo aquel que accediese a pasar, accedía también a ser figurante en esa grabación.
Vosotros sois mi película.
— Ismael Prego (@Wismichu) 12 de octubre de 2018
Pero, el rodaje de este supuesto documental no fue lo que motivó a los fans de Wismichu a comprar una entrada. Y, claro, los que viajaron a Sitges como fanáticos acérrimos volvieron a sus casas sintiéndose enfadados y con ganas de hacer click en el icono de dislike.
Más que trolleo es una falta de respeto a la gente que se curra durante años sacar adelante un proyecto serio para entrar en Sitges y se acaba quedando fuera.
— GroovyMan (@DaniFYoung) 14 de octubre de 2018
Lo que ha hecho #wismichu en Sitges no es una broma, es un insulto al cine y a todos los que trabajan en él. Una falta de respeto a aquellos que se han esforzado para llegar a Sitges y no pudieron por culpa de este imbécil. Una vergüenza...#bocadillo
— Aristófanes 2.0 (@0Aristofanes) 12 de octubre de 2018
Desmontado xd pic.twitter.com/5l2uXSiCKQ
— Jhin (@JhinFDL) 14 de octubre de 2018
#wismichu. Para salir del paso y de este problemón dirá dos cosas:
— Juan (@makinawer007) 12 de octubre de 2018
-Era un experimento sociologico
-Lo recaudado irá para ONG (ong de mis huevos)
Éste tio NECESITA tanto un golpe humildad como el oxigeno que respira.#bocadillo @wismichu pic.twitter.com/fvK9X0SBGX
Sin embargo, no todas las opiniones son negativas. Desde que el youtuber subiese 'Bocadillo' a su canal, utilizando como miniatura un montaje que hace referencia al mito de la Caverna de Platón, son cada vez más los fans que cambian el hateo por la ovación.
No hay duda de que como estrategia de marketing presentar tu "no película" en Sitges y enfadar a fandom y crítica es muy efectivo. Si, además, consigues despertar la conciencia crítica y acaparar toda la atención de cara a un siguiente paso, sin duda, estamos ante un golpe maestro.
Por mucho que acumule más de 184 mil dislikes en su último vídeo y esté experimentando una caída de suscriptores que piden a gritos una cura de humildad para él, Wismichu ha conseguido algo que ninguna reforma educativa ha logrado: impulsar el debate sobre el mito de la caverna de Platón en Twitter y Youtube.
Tal vez me equivoque, pero creo que @Wismichu y su pelicula #Bocadillo tienen un transfondo mayor del que pensamos. Partimos de la base de que la miniatura del vídeo es una imagen de la alegoría de la Caverna de Platon; es un concepto muy amplio pero voy a intentar resumirlo:
— El Nietzsche furioso (@Nietzschetriste) 14 de octubre de 2018