Lo que para Estados Unidos fue el Watergate y para España los papeles de Panamá, Filesa, el GAL, la Gürtel, el caso Noos…(o paro ya o reviento el Word), es decir, los asuntos de corrupción que marcaron un antes y después, para la Españistán 2.0 está siendo el tema de Cabronazi (salvando las distancias, que aquí nadie ha robado dinero). Como ya te contamos en WatMag, gracias a las capturas que salieron a relucir el pasado 7 de agosto, se abrió la veda para señalar a una web que había hecho de la apropiación indebida (de memes) su razón de ser y su negocio. Había comenzado la guerra.
Wismichu explota y declara la guerra a Cabronazi
A la espera de que Ferreras vuelva de sus vacaciones, se ponga su gorrito de las tragedias y diga eso de “más periodismo”, el que ha cogido el testigo de la denuncia social ha sido Wismichu. El youtuber se ha sumado a la campaña por desnudar las miserias de Cabronazi y ayer publicó un vídeo donde ha aportado nuevos datos contra la página en forma de datos, capturas y testimonios que no conocíamos.
Wismichu lo ha hecho su manera (no puede evitar el histrionismo y el humor más bruto), pero su vídeo es digno de cualquiera de esos programas de investigación que hacen La Sexta o Cuatro (‘La Sexta Columna’, ‘En el punto de mira’, ‘Mujeres, hombres y viceversa’). Y además, utilizando recursos narrativos y audiovisuales muy bien ejecutados que parecen sacados de un capítulo de ‘Scrubs’: ensoñaciones, flashbacks y un corto final digno de Goya revelación.
La apropiación de contenido, un problema que va más allá de Cabronazi
Lo que Wismichu ha sumado a la causa contra Cabronazi y otras páginas de temática similar son supuestas conversaciones (amenazas y mofas más bien) de las personas que están detrás de la web contra creadores como Korah o FortFast.
De Korah, Ismael aporta capturas de una supuesta y antigua conversación donde los de VistoenTw se reían de youtuber a la par que menospreciaban la labor del creador digital: “Yo al menos quiero ganarme la vida currándomelo, no cogiendo vídeos virales, poniendo una voz y hale, a ganar money”.
Con esta introducción, Wismichu pretende hacernos ver que no es sólo un problema de una única página web, sino de “miles”. Aunque luego se ceba con los de Cabronazi, claro.
¿Es Cabronazi la Gürtel digital?
Como si de una práctica corrupta institucionalizada fuese, Wismichu incluye en su vídeo un tuit de Proscojoncio en el que se demostraría que hasta la propia imagen de marca de Cabronazi está tomada de una ya creada en Italia para una campaña publicitaria del 2010.
Otras denuncias que presenta Wismichu en el vídeo también afectan a otros famosos creadores. FortFast, otro de nuestros youtubers de cabecera, ya se las vio con los de Cabronazi porque consideraba que estos le "robaban" contenido y no dudó en incluir una pregunta-pulla. La respuesta de la web de memes no se hizo esperar.
Pero si hay algo que ha reventado a Wismichu y no ha dudado en explayarse en su vídeo-denuncia es un asunto que afecta a compañeros suyos de universidad. Según explica el youtuber, algunos de sus antiguos "compis" de Comunicación Audiovisual, tras montar su propia productora, realizaron algunos vídeos para Cabronazi. Cuando intentaron cobrar por el trabajo, la respuesta que recibieron fue "no podemos pagar". Según aporta el artículo de El Confidencial, Cabsodisa SL, la empresa que hay detrás de Cabronazi, facturó 369.784 euros en 2017 y 474 mil en 2016.
Como ya dijimos en nuestro mencionado artículo del pasado 7 de agosto: "la batalla no ha acabado aún". Es más, parece que se endurece.
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