La Riot Comedy Fem ha pasado de ser un evento underground solo presente en Madrid a promocionar "la girita (menos madura)" en La Resistencia. En menos de un año, las anécdotas de aquellas cuatro cómicas que se subían al escenario del Superlativo para abolir el patriarcado, han conseguido llegar a la Meca del humor nacional: David Broncano y Ricardo Castella.
La cantera de comedia femenina de la que ya bebe el prime time
Vale, en realidad no todo el prime time. Han despedido a Valeria Ros de 'Lo Siguiente' y 'La Resistencia' aún no tiene colaboradora femenina (como bien le recordó la propia Penny a Broncano muy a lo jibiri). Pero si algo está consiguiendo el evento organizado por PennyJay es generar conciencia crítica en torno a la ausencia de cómicas en la primera línea de exposición.
Tras varios años contando sus anécdotas en distintos escenarios, humoristas como Eva Soriano o Elsa Ruíz, comenzaron a sortear nuevas oportunidades profesionales tras la Riot Comedy Fem. Ambas no solo tuvieron su momento de gloria en La Resistencia, sino que actualmente colaboran en dos programas de televisión. Porque si no te habías dado cuenta todavía, ahora, cada programa de tele quiere tener su creador digital en el elenco. Eva Soriano es la nueva colaboradora de 'Ese Programa del que usted me habla' y Elsa Ruíz comparte mesa con Risto Mejide en 'Todo es Mentira'.
Y, aunque es cierto que hay otros stand up´s donde pueden subirse mujeres, la Riot ha conseguido visibilizar que existen menos mujeres en los formatos de comedia actuales. El pequeño aquelarre creado por Penny ha logrado hacer el suficiente ruido como para que el mensaje "estamos aquí y también lo hacemos bien" llegue a los oídos de los productores y directores que tienen que llegar.
Porque, como bien comentó la propia Penny en la entrevista que le hicimos la semana pasada: ¿Si hay cómicos mediocres por qué no puede haber también cómicas mediocres? Y tiene toda la razón. La igualdad entre ambos sexos llegará cuando las oportunidades que tengamos sean tan ecuánimes que un error o un trabajo mediocre no suponga el fin de nuestro autoestima o la puesta en duda de nuestra valía.