El británico Ian Russell, en un reportaje elaborado por la BBC, ha declarado que una parte responsable del suicidio de su hija se debe a las cuentas que esta seguía en Instagram. Perfiles con material asociado a la depresión y el suicidio. La plataforma no ha querido esconderse y, a través de declaraciones de un ejecutivo de Facebook al mismo medio, ha asegurado que tomarán medidas respecto a las publicaciones que muestren autolesiones.
La joven fallecida seguía cuentas donde se mostraban autolesiones
Molly Russell tenía 14 años cuando decidió quitarse la vida en 2017. Intentando encontrar algún tipo de explicación y poder entender los motivos por los que la joven británica se había suicidado, su familia comenzó a mirar sus redes sociales. Al llegar a Instagram se dieron cuenta de que Molly seguía diversas cuentas de personas cuyo contenido mostraba material relacionado con la depresión, las autolesiones o directamente los suicidios. Ian, el padre de la muchacha, concluyó que Instagram había incentivado la decisión de su hija.
"Parte de ese contenido es impactante, ya que fomenta la autolesión, relaciona la autolesión con el suicidio y no tengo dudas de que Instagram ayudó a matar a mi hija". Así de rotundo se mostró Ian Russell en el reportaje audiovisual elaborado por la BBC.
La misma BBC quiso también recoger el punto de vista de Instagram. Tras ponerse en contacto con Steve Hatch, ejecutivo de Facebook, la televisión británica quiso mostrarle algunas de estas publicaciones relacionadas con las autolesiones. Tras verlas, Hatch manifestó una intención revisionista por parte de la plataforma: "Deberíamos asegurarnos de mirarlas y de eliminarlas si están en contra de nuestras políticas". Más allá de la contrición, el directivo también quiso aprovechar el momento para mandar el pésame a la familia: "Lamento profundamente que esto haya sido un evento tan devastador para su familia".
Las marcas están en alerta
No es la primera que Instagram se ve envuelta en una polémica relacionada con el contenido publicado por sus propios usuarios. Tras una investigación relacionada con IGTV que duró varias semanas, el portal Business Insider halló tres vídeos que mostraban imágenes relacionadas con la pornografía infantil y la mutilación.
Autolesiones, suicidios y vídeos con niñas en actitud sexual no es el contenido que mejor contexto ofrezca para la publicidad. A raíz de la muerte de la joven Molly Russell y otra investigación de la BBC donde se descubrió anuncios de marcas como Dune o Marks and Spencer que aparecían junto a este contenido perjudicial para la salud, ciertos anunciantes del Reino Unido han mostrado su interés en que haya alguien más aparte de Instagram que controle las publicaciones del site.
Phil Smith, director de ISBA en el Reino Unido (un organismo que realiza funciones de representación para los anunciantes), manifestó a la BBC que se está presionando para que un organismo ajeno a Instagram y otras plataformas revisen y supervisen las publicaciones: "Lo que necesitamos es un organismo de supervisión independiente financiado por la industria con un alcance potencialmente internacional que impida que las plataformas marquen sus propias tareas y que puedan dar confianza al público, a los políticos y a los anunciantes de que el contenido se está moderando de manera independiente y adecuada".
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