"Le robamos los billetes de Ave a José Mota": la historia de Ignatius y David Sainz en los Goya

"Le robamos los billetes de Ave a José Mota": la historia de Ignatius y David Sainz en los Goya
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Tras una concienzuda campaña para dejar claro en Twitter que irían a los Goya, Ignatius y David Sainz consiguieron colarse en el número musical de la gala del cine español. Pero antes de llegar al clímax de su logro tuvieron que pasar penurias que, hoy, están recogidas en un falso documental producido por Playz.

La profecía de los Goya y los tutus rosas

La invitación que Juan Ignacio recibió por correo postal para asistir a los Goya a principios de enero, lejos de redimir su tristeza por el Emmy no ganado fue el inicio de nuevos dolores de cabeza. La invitación a los premios no solo no tenía nada de honorífica, sino que era falsa.

Así, una vez que consiguió al compañero de ceremonias perfecto (David Sainz), Sweet Juan Ignacio hizo todo lo posible por lograr tener un hueco en la noche del cine español: acosó a Berto y Andreu en 'Nadie Sabe Nada' con el objetivo de que intermediasen por su presencia, pero Alex de la Iglesia le cortó las pocas alas que tenía:

Desde la Academia les decían que no había aforo para más invitados, pero las contradicciones no paraban de llegar: Dulceida estaba en la lista y continuaban recibiendo mensajes encriptados. Como si fuese un scape room cutre, David un tuitero descubrió que detrás del mensaje "Sé cómo podéis entregar un Goya" se escondía una cuenta de Twitter que contenía fotografías de ambos asistiendo a los premios.

Fue a partir de ahí cuando ambos se dieron cuenta de que eran los elegidos por José Sacristán para llevar a cabo la profecía de los Goya y entregar un premio ante todas las dificultades. Dificultades que pasaron por robarle los billetes del Ave a José Mota, perder las invitaciones que Playz les había conseguido para asistir y, por último, conseguir que la gala fuese un éxito.

Y, aunque consiguieron los tutus rosas gracias a Natalia de Molina y superaron la yincana de Sacristán con cierto éxito, los que finalmente entregaron un Goya colgados por la entrepierna fueron Berto y Broncano. Ignatius y David lo único que consiguieron fue protagonizar la mejor promoción de los Goya hasta la fecha (mockumentary incluido) y ser los misioneros de José Sacristán. Ahí es nada.

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