El mundo influencer tiene su lado oscuro al igual que ocurre con otros sectores del farandueleo. El tuitero y publicista @marasfero ha comenzado a compartir a través de hilos de Twitter algunas de sus experiencias trabajando con creadores de contenido en internet.
Musically: la app para llegar a los menores de 16
Después de gestionar varias campañas con influencers, un cliente le pidió promocionar un producto dirigido a una audiencia de entre 11 y 15 años. Y, a pesar de su destreza en este ámbito, carecía de experiencia con este target.
@marasfero descubrió Musically y vio en la app la solución a muchos de sus problemas. La plataforma de pistas musicales es el punto de encuentro donde se reúnen gran parte de los adolescentes que no están en Facebook ni Twitter.
Investigando un poco descubrimos @musicallyapp y flipamos. Millones de chavales subiendo coreografías de canciones (muchas alucinantes) y decenas de ellos con más de medio millón de seguidores, ¿cómo no nos hemos enterado antes de esto? Me siento mayor.
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
El cliente tiene un spot con una canción bastante molona y pegadiza. Proponemos contratar a los que tienen más seguidores para que hagan su coreo con ella y así la hagan más conocida. Cada vídeo es visto más de 200K y podemos ser los primeros en hacer algo así en España.
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
Esta plataforma no solo encajaba al dedillo con la mejor propuesta que la agencia le podía hacer a la marca, sino que daba de lleno con el target al que querían dirigirse. Todo fácil, hasta que te das cuentas que tienes que trabajar con menores de edad.
Por muy #muser que seas, necesitas la autorización de tus padres para facturar
Aunque en un inicio muchos de los perfiles de los influencers de Musically parecen dignos de cualquier actor o actriz de mediana edad, la realidad dista mucho de esa premisa inicial. Los correos tipo business@xxxx.com no siempre respiran la profesionalidad que aparentan, por mucho que la respuesta venga cargada de tarifas y detalles, aparentemente, serios.
Muchos contestan rápido, en horario escolar, alguno con representante #madremía. Uno nos envía un pdf profesional con tarifas y ejemplos, incluidas vídeos y fotos en Instagram, resulta que tiene más de 200K followers allí, con 12 años, en 2016. ¿Cómo no lo teníamos localizado?
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
La velocidad del día a día y los tiempos de la publi son los que son, tenia que pasar la propu ASAP y con la búsqueda de nuevas tendencias y el contacto hemos perdido un par de días. El cliente me aprieta y le mando las primeras opciones de precios que me han llegado.
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
Tal y como relata @marasfero, el influencer de Musically les había enviado un vídeo como propuesta para cubrir la campaña y, aunque a priori todo encajaba, faltaba la parte final: el papeleo.
Al día siguiente vuelvo a escribir, le digo que el vídeo está ok, pero que necesito los datos de facturación y que firme algún adulto la OC. No contesta. Empiezo a pensar que estoy en un marrón importante. Lo intento más veces y durante dos días eternos no me dice nada.
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
Con el objetivo de hacer las cosas bien y tras cerrar cifras, Alex logra hablar por teléfono con el chaval que le dice que si quieren trabajar con él tiene que ser a espaldas de sus padres. ¿La mejor parte? Dice que siempre ha sido así y que todas las marcas han pasado por el aro.
Consigo hablar con él por primera vez. No me deja hablar, me dice que siempre le pasa lo mismo, que si queremos que publique la campaña éstas son sus condiciones: no factura, no firma ningún adulto y no se puede enterar su padre. Os podéis imaginar mi reacción.
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
Pregunto cómo puede cobrar si es menor de edad. Contesta que le tenemos que pagar por paypal (que lo abrió con datos falsos) que no tiene cuenta bancaria y que no saca cash, no puede. Compra las cosas que le gustan por tiendas online que aceptan pagar con su saldo de paypal.
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
Insisto que si sabe los problemas que puede generarnos si se entera su padre, hacienda o el defensor del menor. Imagino la noticia: La marca xxxx contrata a menores sin permiso de sus padres para promocionar sus productos en Redes Sociales.
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
Me repite lo mismo: Esto lo que hay, este mes ya han aceptado estas condiciones 4 marcas. La cantidad pactada para la campaña es superior a 1.000 €, hago cálculos, cobra más del doble de lo que cobro yo, con 12 años.
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
Finalmente, @marasfero se arriesgó a perder a un cliente importante por evitar meterse en líos legales como consecuencia de trabajar con menores sin autorización. Sin embargo, conseguir clientes de marcas potentes no debe ser algo fácil cuando el mismo adolescente sigue protagonizando campañas a sus 15 años y ¿a espaldas de sus padres?
Han pasado dos años y medio. He seguido al chaval, tiene 15 años y en sus últimas publicaciones hay algunas patrocinadas (el precio actual es más del doble de lo de hace dos años) sigue a todo tren.
— Alex (@marasfero) 9 de junio de 2018
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