La cara b de YouTube es el motivo por el cual existe el cliché del youtuber teen, que va a lo puto loco o nini. No es necesario llamar al CIS ni sacar la calculadora para determinar qué porcentaje de creadores digitales se curran el contenido y la realización (cada uno escoge lo que quiere ver). Pero el lado oscuro, como ocurre casi en cualquier manifestación artística, se acaba convirtiendo en la tarjeta de visita para la opinión pública y lo mainstream. Si hay una corriente de chavales petándolo en Internet porque suben vídeos en los que maltratan a sus mascotas, la imagen del youtuber quedará marcada a fuego de esa manera.
ReSet pertenece al grupo de youtubers que dista mucho de creadores como los de esta lista. Bromas callejeras (llamar a timbres e irme corriendo es algo que yo hacía en mi pueblo conquense con ocho años), maltratar a su pobre gato y, en general, cualquier otra acción que se pudiera ver en ‘Daniel, el travieso’ o las tramas de Jonathan en ‘Aida’. Gamberradas más propias de pre-adolescentes hasta que un día el jijijaja traspasó ciertos límites de humanidad y civismo.
Cómo (casi) acabar con tu carrera de creador y joderte la vida, por ReSet
En un vídeo que ya no podemos encontrar en YouTube (al menos el original), ReSet, tras aceptar un estúpido challenge, le daba 20 euros y galletas rellenas de pasta dentrífica a un sin techo. Con un millón de suscriptores, la publicación se hizo viral hasta el punto de llegar al Consell de l'Audiovisual de Catalunya, el cual pidió su eliminación. Irónicamente, la viralidad que buscaba el youtuber hizo más popular una situación que concluyó con una denuncia por parte del Ayuntamiento de Barcelona.
Según explica el diario El País en un artículo que narra los desagradables acontecimientos que siguieron al desafortunado vídeo subido en enero de 2017, la fiscalía pide una pena de dos años de cárcel para el youtuber por un delito contra la integridad moral y el pago de una indemnización de 30.000 euros al vagabundo.
El reseteo de ReSet
Haciendo honor a su nombre artístico, ReSet desapareció durante un año de YouTube para retornar hace poco más de un mes a la plataforma. El girito editorial y de contenido es obvio. Vídeos y más vídeos sobre Fortnite que hacen intuir una importante recogida de cable por parte del youtuber.
Aunque sigue contando con un millón de suscriptores, parece que las consecuencias que aún sigue pagando por el vídeo con el mendigo han hecho rectificar personal y artísticamente a ReSet. Sus publicaciones poco trabajadas a nivel audiovisual han dado paso a una temática totalmente gamer. Ahí no hay peligro de @fiscalía.
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