Si salimos de nuestras fronteras y obviamos a Amaia, uno de los discos debut más esperados del 2019 es el de Billie Eilish. A pesar de los 17 años con los que cuenta, la cantante norteamericana ya es una de las artistas que más esperanzas despiertan en el panorama pop mundial. Un EP y algún que otro single le han bastado a Eilish para acaparar las miradas de la industria musical. Mientras esperamos al 29 de marzo para conocer cómo será ese primer álbum, Billie nos ha puesto a debatir sobre ciertos límites morales tras ver el videoclip de su primer sencillo: 'Bury a friend'.
Tendencias suicidas o solo ficción
"I wanna end me". Así reza una de las líneas con las que 'Bury a friend' bombardea nuestro cerebro. A base de un ritmo a medio camino entre lo juguetón y lo siniestro, el single de Billie Eilish suena como una Lorde oscura y adolescente. Como una precuela del 'Liability' de la nuevozelandesa o de una canción muy similar en lo temático, 'Dancing on my own' de Robyn. Pero mientras estas dos últimas simplemente muestran la reflexión introspectiva de la mujer que se ha visto abandonada por su pareja y se siente sola y con baja autoestima, Eilish va un paso más allá. Y es donde encontramos el debate.
Tanto la letra de la canción como el videoclip estrenado hace dos días (pero que ya suma más de 12 millones de reproducciones en YouTube), transmiten instintos suicidas, comportamientos depresivos y una pasividad ante la violencia y la agresión. El rollo tenebroso y oscuro del clip, que juega con películas de terror como 'The ring' o 'El exorcista' y que está dirigido por el director Michael Chaves, representa la parálisis asociada a las pesadillas.
Billie Eilish confesó el pasado mes de noviembre a través de unos Instastories que padecía el síndrome de Tourette. Posteriormente, profundizó sobre este tema en una entrevista concedida a Garage Magazine: “Es algo con lo que literalmente he vivido desde siempre. Me diagnosticaron cuando tenía 12 años ". Fue en el mismo medio donde también habló de la depresión: "Crecí con eso. Es raro porque ha sido parte de lo que soy toda mi vida".
Como un estigma que le ha perseguido desde que hizo su debut con tan solo 14 años, esta parte de su biografía sumada a la imagen que transmite en su música, sus redes sociales o vídeos como el de 'Bury a friend' son los que le han envuelto en una polémica sobre si hace apología del suicidio. Una corriente que choca con las otras teorías que apuntan a que tan solo son elementos narrativos de la ficción con las que envuelve sus canciones o, simplemente, está dándole visibilidad a un tema que es tabú dentro de la sociedad.