Dedicarse al mundo de la ilustración es mucho más complejo que abrirte una cuenta de Instagram y esperar a que las monedas caigan del cielo. Básicamente, porque subir tu contenido a las redes no suele ser suficiente para darse a conocer y las monedas tampoco caen de ningún lado.
A no ser que seas una ilustradora conocida como Paula Bonet es muy complicado poder vivir solamente de la ilustración. El proceso es lento y darse a conocer complicado. No solo hay que actualizar las redes sociales, sino que también hay que hacer reproducciones, estudios de mercado y asistir a mercadillos. Desde Watmag hemos hablado Ivart y Nastiplastic, dos ilustradores que nos cuentan cuáles han sido sus primeros pasos hasta conseguir definir su modelo de negocio.
Acepta comisiones para darte a conocer
Plataformas como Ko-Fi funcionan con donaciones simbólicas a cambio de bocetos. Aunque esta opción no te hará millonario, te ayudará a darte a conocer y podrás testear el feedback de los clientes respecto a tu estilo.
Acude a exposiciones de otros ilustradores
"Es muy importante moverte en este ámbito si quieres hacer contactos y ver qué se lleva y qué no", comenta Ivart. Por ejemplo, si te gusta el estilo de Paula Bonet o Chuma Hill y da la casualidad que exponen en alguna galería de tu ciudad, acércate. Quizás puedas hablar unos minutos con ellos y robarles algún consejillo.
Diferencia tus redes sociales
Es importante que si tienes una cuenta de Instagram personal te abras otra exclusiva para tus ilustraciones. De esta forma podrás construir una imagen de marca al margen de tu vida personal. Como bien comenta Ivart, queda bastante feo ver en un mismo Instagram tus trabajos y las fotos de fiesta.
Apuesta por las reproducciones para establecer precios económicos
Obviamente, esto no es el dogma de la razón ni mucho menos, pero sí que es más fácil poder ofrecer precios asequibles si haces reproducciones y no obras originales. Nastiplastic se decantó por esta opción porque recortaba en costes y materiales: "Si no hubiese apostado por las reproducciones nunca podría haber llegado a tanta gente", añade.
Monta un stand en mercadillos
Desde un puestecito en mercados de diseño (Madrid, Barcelona, Alicante...) hasta Expocomic pasando por el Japan Weekend: "Aprovecha este tipo de eventos para darte a conocer, hacer contactos y ver cuál es la respuesta del público ante tu trabajo", explica Ivart.
Haz un pequeño estudio de mercado
Tanto Ivart como Nastiplastic coinciden en que establecer precios es una de las partes más complicadas de la faceta profesional del ilustrador: "Hay quién lo mide por tiempo o el tamaño del lienzo. Depende de si se trata de obras originales o reproducciones. Para ubicarme, yo hice un mini-estudio de mercado y establecí un precio asequible. De esta forma, consigo que tanto el esfuerzo como los materiales empleados se vean recompensados", explica Nastiplastic.
Abre una tienda online
"Aunque al principio es un poco lioso y gestionar los precios de los envíos según qué países puede dar algún que otro dolor de cabeza, al final, es un comienzo importante para darse a conocer", comenta Ivart.
Se tajante con el regateo
"Es muy importante que no bajes los precios ni permitas que te regateen con frecuencia. Al principio siempre tendemos a bajar el precio, pero tienes que pensar que si haces eso, la gente que te recomiende a otras personas lo va a hacer diciendo que tus precios son flexibles y que si eres amigo de Menganito seguro que se lo dejas más barato. Y eso no te conviene lo más mínimo", advierte Ivart
Diversifica tu producto
Ofrecer algo más que ilustraciones en papel es una idea que puede abrirte muchas puertas. Hay quien prefiere invertir en una camiseta o en una tote bag antes que en obra en papel: "Diversificar en el producto que haces es el futuro.Consigues no encasillarte, das un aire fresco a tu marca y te abres más al mercado. Eso sí, implica una inversión mucho mayor que hacer solamente ilustración en papel, pero merece la pena", comenta Nastiplastic.
No te desanimes
Ivart, tiene claro que esta es una de las premisas más importantes: "Los principios siempre son complicados y en un mundo tan subjetivo como el arte ya ni te cuento. Mucha gente te va a decir que le encanta lo que haces, pero después no te comprarán nada. Aun así, hay que mantenerse firmes porque, al final, siempre llega alguien que valora tu trabajo y está dispuesto a pagar por él", explica.
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