¿Qué ventaja obtendré pegándole? ¡Dios! ¿No será más dulce y mejor? Al contrario, ella será peor y más desabrida, porque en todas las épocas yo he oído decir al respecto que las palizas no enderezan los locos pensamientos. Al contrario, a quien castiga y corrige un corazón loco, más lo inflama"
Sororidad y empoderamiento para salvar la vida de una mujer
La estrofa anterior pertenece al Román de Flamenca, la novela del siglo XIII en la que Rosalía se inspiró para crear 'El Mal Querer'. El capítulo IV, apodado como Disputa por la propia Rosalía, está inspirado en los episodios de violencia que vive Flamenca, la protagonista del libro. Sin embargo y aunque en pleno siglo XXI continúe existiendo la violencia machista, a través de su canción Rosalía busca dar una oportunidad al destino de Flamenca, la joven a la que su marido tiene encerrada en una torre.
Rosalía junto a un ejército de mujeres fuertes no solo logra escapar de su prisión, sino que consigue vengarse y acabar con el hombre que la maltrataba física y psicológicamente. A través de elementos como las motos las mujeres buscan empoderarse y tomar las riendas y dirección de su propio destino. La venganza es un medio para un fin: es la justicia que falta en el relato original donde Flamenca vive presa del amor tóxico de su marido.
Por hablar de forma literal y extrapolar los elementos audiovisuales del vídeo al relato, podríamos decir que las Rosalía dancers representan la sororidad que empuja a la protagonista a ser valiente y plantar cara a la situación que vive. Sentirse arropada y acompañada es clave en este tipo de situaciones donde la mujer se siente en desventaja física respecto al hombre. Todas ellas juntas toman un elemento tan poderoso como las motos para empoderarse y huir.
Palmas, motos y voces: los instrumentos que dan ritmo al filme
El videoclip firmado por Diana Kunst y Mau Morgó destaca por ser más corto y abstracto que los anteriores y lo mismo sucede con la canción dentro del contexto de 'El Mal Querer': es la más experimental de todas y, además, la favorita de Rosalía:
"Es una melodía tradicional que he tratado de respetar al máximo, pero que incluye un ritmo de seguiriya más el sampleo de unas motos[...] El uso de la palma junto al sampleo de mi voz gritando al final le dan mucha energía a la canción cuya historia tiene más violencia", explica Rosalía en los stories que subió como respuesta al análisis de Jaime Altozano.
Son precisamente las motos y los gritos de Rosalía diciendo "eh" de forma reiterada y con un tempo muy marcado los que también aceleran el ritmo del vídeo. Si en la canción la velocidad de las palmas, los gritos de Rosalía y el sonido de las motos nos conducen auditivamente hacia el desenlace de la historia, en el vídeo sucede lo mismo pero multiplicado por dos: porque además de oírlo, lo vemos.
Las imágenes de las motos a toda velocidad, la coreografía y el montaje que se acelera conforme avanzan los minutos del vídeo, logran despertar en el espectador la misma adrenalina e incertidumbre que siente su protagonista. Da igual que no captes al 100% la historia que se narra en el vídeo, lo que lo convierte en brillante es la capacidad de despertar emociones. En menos de tres minutos, Rosalía consigue que queramos que se salve y que llegue sana y salva al destino al que se dirige, aunque no sepamos nada más.
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